Recientemente, se han explorado 600 km de la plataforma de hielo en la Antártida, una extensión equivalente a una cuarta parte de la superficie de la Ciudad de México. Esta área es rica en biodiversidad, albergando especies que no habían sido observadas hasta ahora.
El interés en esta región no solo proviene de los descubrimientos recientes, sino también de investigaciones anteriores que han enriquecido nuestra comprensión del entorno.
Expedición Revela Un Mundo Oculto Bajo El Hielo
En enero de 2025, un equipo del Instituto Oceánico Schmidt llevó a cabo una expedición que permitió acceder a un área del fondo marino, anteriormente cubierta por hielo, tras el desprendimiento de un iceberg gigantesco de un glaciar.
En la parte media de la región, se logró observar ecosistemas prósperos a profundidades de hasta 1,300 metros. Estos ambientes estaban habitados por diversas especies, incluyendo corales grandes, esponjas, arañas marinas gigantes y pulpos. Según el comunicado emitido, el equipo encontró varias especies nuevas.
Patricia Esquete, co-directora científica de la expedición, indicó que “a juzgar por el tamaño de los animales y las comunidades que observamos, puede que hayan estado ahí durante miles de años”. La experta explicó que estos organismos crecen muy lentamente, alcanzando a veces solo dos centímetros al año, lo que sugiere que pueden vivir durante décadas o incluso siglos.

Esponjas, anémonas y otras criaturas encontradas tras el desprendimiento del iceberg. Imagen | ROV Subastian/Instituto Oceánico Schmidt
Un Hallazgo Científico de Gran Importancia
Para Alexandre Montelli, co-director de la expedición, es la primera vez que se estudia un entorno tan desafiante como el situado bajo una plataforma de hielo. Science Alert explica que los vehículos submarinos enfrentan grandes retos debido a la depresión y temperaturas extremas. El grosor del hielo también presenta dificultades para los sistemas de navegación, que dependen del GPS.
De acuerdo con Scientific American, los estudios realizados en esta región aportan información valiosa. Anteriores investigaciones se centraron en ecosistemas con pocas especies, haciendo de estos nuevos descubrimientos un hallazgo relevante.
Es crucial mencionar que estos ecosistemas son frágiles y adaptados a condiciones específicas. La pérdida de su “techo” podría afectar severamente la dinámica del ecosistema recién descubierto.