Algunos amenazan con abandonar el país, pero Rosie O’Donnell cumplió su promesa y se marchó.
La cuestión de escuchar a ciertos políticos afirmar que dejarán el país si un candidato opositor gana nunca se ha concretado, a pesar de que Hollywood suele hacer estas declaraciones. Cher fue una de las primeras en advertir sobre esto tras la victoria de Donald Trump en 2016, diciendo que se iría debido a que el clima político la había hecho sentirse enferma.
En contraste, Rosie O’Donnell decidió mudarse a Irlanda después de las elecciones de noviembre, volviendo a las raíces de su familia y estableciéndose allí con su hija de 12 años.
La presidencia de Trump ha generado una gran controversia, y Rosie ha querido dejar claro que su decisión de irse era firme. La noticia local también reflejó una situación que incomodó a Trump, cuando un periodista irlandés le preguntó durante una visita a la Casa Blanca, insinuando que él no estaba al tanto de la relación entre ambos países.
Este ímpetu de abandonar el país se repitió a lo largo de la administración de Trump, donde varios artistas y celebridades expresaron su descontento. Ellos señalaron que deseaban alejarse de lo que consideran un ambiente político tóxico, con la esperanza de regresar una vez que la situación mejorara.
O’Donnell decidió irse a Irlanda, el país de origen de sus antepasados, junto a su hija, quien tiene autismo. Rosie ha afirmado que regresará solo cuando Trump deje el poder: “hasta que sepa que todos los ciudadanos estarán bien.”
Otras celebridades como Ellen DeGeneres y su esposa Portia de Rossi han encontrado refugio en áreas rurales de Londres, buscando una vida más tranquila lejos del bullicio de Hollywood y de la política estadounidense que las afecta.
En medio de esta dinámica, la cantante Courtney Love ha estado viviendo en el extranjero y ha solicitado la ciudadanía británica, mientras que otras figuras como Barbra Streisand y Sharon Stone consideran seriamente mudarse a Europa ante la situación actual del gobierno.
