La influencia del crimen organizado mexicano ya no se limita al continente americano. Estas organizaciones han encontrado un nuevo mercado altamente lucrativo en regiones de Oceanía, donde la metanfetamina y otras drogas son vendidas a precios exorbitantes.
Un mercado atractivo y conexiones estratégicas
Los grupos delictivos mexicanos han establecido conexiones con el crimen local en Australia y Nueva Zelanda, lo que les permite consolidar su presencia en el mercado. La alta demanda de drogas en estas naciones ha motivado a estos cárteles a perfeccionar sus rutas de tráfico, facilitando así el ingreso de sus productos.

Los envíos de metanfetamina, en su mayoría provenientes de México, llegan a Oceanía a través de rutas establecidas en América del Norte y Asia, eludiendo los controles. Esto también se facilita gracias a la presencia de asociados locales que permiten el movimiento fluido de drogas a través de las fronteras.
Cárteles y pandillas: Una alianza peligrosa
El informe señala que los cárteles no operan solos. En Australia y Nueva Zelanda, han formado alianzas con pandillas locales, incluidas grupos de motociclistas, lo que les permite ampliar su red de comercialización sin necesidad de una presencia permanente en la región. Esta colaboración reduce riesgos y maximizan las ganancias.
Las organizaciones criminales locales también se benefician al acceder a un suministro constante de drogas de alta pureza, consolidando así el tráfico en sus áreas de influencia.
El desafío para las autoridades
El crecimiento de la presencia del crimen organizado mexicano en Oceanía representa un reto significativo. Las autoridades australianas y neozelandesas están trabajando para desmantelar estas redes criminales, pero la sofisticación de los métodos de tráfico y la cantidad creciente de drogas complican estos esfuerzos.
Una amenaza en crecimiento
La expansión del narcotráfico en Oceanía es un fenómeno creciente que no solo afecta a la región, sino que tiene implicaciones globales. Las fuerzas del orden se enfrentan a una carrera contra el tiempo para detener este avance y garantizar la seguridad en sus países.
A medida que los cárteles amplían su influencia global, la lucha contra el narcotráfico se vuelve cada vez más compleja, desafiando las fronteras tradicionales y ampliando la sombra del crimen organizado mexicano en todo el mundo.