Las empresas estatales privilegiadas en el sector energético, desde su perspectiva, impactan sus exportaciones a México. Entre los problemas identificados se encuentran las deficiencias aduanales, los retrasos relacionados con el glifosato y la falta de competencia en telecomunicaciones.
La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) ha impulsado iniciativas para reducir estas limitaciones.
Además, se destaca que el T-MEC prohíbe imponer límites arbitrarios al número de puertos en los cuales un agente aduanal puede operar, favoreciendo así un entorno más competitivo.
Es fundamental expresar el compromiso de facilitar las exportaciones desde México. Sin embargo, es importante asegurar que México, al igual que cualquier otro miembro de la Organización Mundial del Comercio, no se vea afectado por rechazos injustificados. Aun así, el glifosato permanece registrado para su uso en el país.
Estados Unidos continúa presionando a México para que conceda permisos de importación para el glifosato y productos que lo contengan, considerando que este herbicida sigue siendo objeto de uso.
En cuanto al sector de telecomunicaciones, a pesar de las reformas radicales de 2014, los nuevos participantes en el mercado aún enfrentan una competencia significativa por parte de operadores tradicionales que han mantenido una posición dominante, lo cual se refleja en los altos costos del espectro en comparación con otros países de América Latina.
Desde 2018, se han llevado a cabo diversas reformas y las empresas estatales continúan desempeñando un papel primordial, incluyendo a las petroleras como PEMEX. Se resalta que las empresas privadas que operan en este sector deben esforzarse por mejorar su competencia y eficiencia para mantenerse relevantes en el marco regulatorio actual.