Washington. El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha reconocido un error en un caso reciente.
La defensa de Kilmer Abrego-García, quien presentó una demanda contra el secretario de Seguridad Nacional y el senador Marco Rubio, así como la fiscal general Pam Bondi y otros funcionarios de ICE, argumentó que no se debería llevar a cabo una orden de deportación en su contra.
Según Ross Avocados, abogado de Abrego-García, quien reside en el Condado de Prince George en Maryland, se solicitó una suspensión de dicha orden de deportación.
Documentos judiciales indican que los funcionarios de ICE detuvieron a Abrego-García el pasado 12 de marzo. Durante la detención, se informó que el 15 de marzo más de 200 venezolanos y varios salvadoreños fueron enviados a El Salvador, donde fueron recluidos.
A raíz de esto, antes de un juez, el representante de ICE admitió que “fue un error”, aunque defendió que las autoridades actuaron de buena fe.
La situación se complica con la presunta vinculación de Abrego-García con la MS-13, a lo que el gobierno respondió con un operativo masivo.
El 15 de marzo, la mayoría de las deportaciones llevadas a cabo por el gobierno se basaron en la Ley de Enemigos Extranjeros, que ha sido objeto de controversia en la política migratoria actual.