La petrolera francesa Maurel & Prom ha encontrado dificultades en su operación en Venezuela debido a la reciente decisión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que ha revocado su licencia. Esta medida es parte de un patrón de sanciones que afecta a múltiples empresas que buscan operar en el país sudamericano.
Según un comunicado de Maurel & Prom, la empresa recibió la notificación de la revocación de la licencia en mayo de 2024, la cual le permitía llevar a cabo actividades en Venezuela. Esta decisión ha generado un gran impacto en las operaciones de la compañía en la región.

Maurel & Prom mencionó que está evaluando las implicaciones de esta decisión junto con su equipo legal, subrayando su deseo de continuar atendiendo las normativas establecidas por las autoridades competentes en los Estados Unidos.
Este cambio se produce en un contexto más amplio de presión económica sobre Venezuela, donde la producción de petróleo ha caído drásticamente en los últimos años. En febrero, la administración de Donald Trump había renovado presión sobre empresas como Chevron, permitiéndole operar a pesar de las sanciones impuestas sobre el país.

Trump ha señalado que las restricciones impuestas han tenido un efecto significativo en las operaciones de diversas compañías petroleras, incluyendo a la española Repsol, limitando su capacidad para exportar crudo desde Venezuela, un país con grandes reservas de petróleo.
La caída en la producción de petróleo en Venezuela es preocupante para muchos expertos. La producción se ha reducido de 3 millones de barriles diarios a cifras cercanas a los 220,000 barriles, afectada por años de mala gestión y corrupción. La salida de empresas como Maurel & Prom trae a la luz la fragilidad del sector petrolero venezolano.
En conclusión, la revocación de la licencia de la petrolera francesa no solo afecta sus operaciones, sino que también resalta el desafío que enfrenta Venezuela para recuperar su industria petrolera, que alguna vez fue una de las más prominentes del mundo.