La situación de los países de América Latina, como Argentina, Brasil y Cuba, ha sido objeto de análisis por parte de expertos. En una entrevista con El Universal, la historiadora brasileña Mónica Hirst y Ana Covarrubias Velasco, doctora en relaciones internacionales, discuten la fragmentación de la región y la dificultad para alcanzar una unidad cultural o política en el contexto de las relaciones con México y el apoyo a Cuba, que ha permanecido distante.
Covarrubias menciona que la relación entre estas naciones es cada vez más complicada. A pesar de que hay un resurgir en Cuba, y la crítica hacia Venezuela y Nicaragua, todavía existen distancias con Perú y Ecuador, generando un panorama incierto en las relaciones junto a Estados Unidos.
Hirst destaca que Brasil está tomando un rol importante en el sur global y promoviendo una presencia regional que involucra la democracia brasileña, con expertos que sugieren que se deben fortalecer lazos entre México y otros países latinos.
Ambas expertas convienen en que los países latinoamericanos no exhiben una relación coherente, lo que podría acentuar las divisiones en el contexto global y regional. Trump ha planteado amenazas en materia de aranceles y migración, pero según Hirst y Covarrubias, esto no significa que haya un cambio significativo en la naturaleza de las relaciones con los países de la región.
Hirst subraya que cada país sigue sus propios intereses, y que no hay una tendencia unificada. Mientras tanto, Covarrubias señala que las relaciones de México con China son más complejas, abarcando no sólo el déficit comercial, sino también aspectos delicados como el fentanilo.
Las expertas creen que, en el futuro cercano, México deberá continuar buscando opciones fuera de su relación con Estados Unidos, especialmente en un momento donde las economías globales están en crisis y Europa tampoco está en su mejor momento. Ambos sugieren que es necesario explorar oportunidades de diversificación e inversión con otros países.
Por último, Hirst menciona que los esfuerzos de unidad en Europa tampoco son el modelo a seguir, ya que esa región enfrenta sus propios desafíos, como la guerra en Ucrania. Covarrubias concluye que la atención de México seguirá centrada en su relación con Estados Unidos, a pesar de la presencia creciente de potencias como China y Rusia en el panorama internacional.