El Vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, emitió el pasado viernes una crítica fuerte hacia los aliados europeos. En un acto que tuvo lugar en la base militar de Pituffik, Groenlandia, acompañado por soldados estadounidenses, afirmó que su gobierno considera la posibilidad de que la isla, que está bajo la soberanía de Dinamarca, pudiera anexionarse “de una forma u otra”. “Sabemos que con demasiada frecuencia nuestros aliados en Europa no han cumplido con sus obligaciones en términos de gasto militar, y que Dinamarca enfrenta incursiones muy agresivas por parte de China, Rusia y otras naciones,” proclamó.
JD Vance, un joven de 40 años, exmarine y exciudadano de Ohio, se ha consolidado como un representante clave de la agenda del expresidente Donald Trump. A medida que se levanta la figura de Elon Musk en la Casa Blanca, Vance ha ido fortaleciendo su papel estratégico dentro de la administración republicana, llevando el discurso en línea con lo que muchos consideran la percepción de Trump sobre la política exterior.
En su reciente visita a Múnich, el mes pasado, Vance participó en discusiones sobre elecciones en Alemania y culpó a la Vieja Continua de albergar enemigos y de defender políticas de derechos de autor que han perjudicado la seguridad. Afirmó que existe la necesidad de un enfoque menos complaciente hacia el continente europeo, especialmente al abordar la crisis en Ucrania y la paz en la región.
Vance también fue quien, en una ocasión anterior, avergonzó públicamente al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, durante una reunión en la Oficina Oval, al expresar su “agradecimiento” por la ayuda militar proporcionada por Estados Unidos durante los tres años de conflicto. Este enfoque parece ser parte de su función dentro de la administración, diferenciándose de la actitud más conciliadora de figuras republicanas anteriores como Mike Pence, que abogaban por estrategias menos radicales.
Quienes pensaran que la retórica de Vance era meramente una fachada ante el público se llevaron una sorpresa esta semana. Un grupo de altos funcionarios del servicio nacional fue creado para discutir la situación de la guerrilla de los hutíes en Yemen, donde Vance hizo hincapié en la necesidad de mantener la influencia estadounidense en el área. “El secreto es que tenemos que hacerlo, y lo vamos a lograr,” fue su declaración contundente.
Su postura no es de sorprender. Trump eligió a Vance como su compañero de fórmula precisamente para impulsar su agenda y presentar un mensaje claro. Está claro que comparte visiones similares a otros miembros del Partido Republicano sobre política exterior, apoyando un enfoque más alejado de Europa.
La independencia del mundo respecto a la intervención en Ucrania fue uno de los puntos críticos que destacó durante su intervención, sugiriendo que el próspero bloque comunitario debería invertir más en su defensa en lugar de depender de Estados Unidos. Este mensaje es inquietante para los aliados, dado que Vance, un político ambicioso con un futuro prometedor, podría contribuir a una política exterior estadounidense que se tornaría cada vez más fría, si no hostil, hacia Europa.