CNN –
Ella solicitó ser identificada únicamente como “Ambo” por miedo a ser reconocida en su país natal.
“La vida es muy difícil para mí”, comentó desde un refugio en la provincia de Panamá.
A pesar del mal estado ambiental y de las muchas dificultades encontradas durante su travesía hacia Estados Unidos, afirmó que lo hizo por temor a ser asesinada en su país natal, Camerún.
La situación en la frontera de México y Centroamérica ha aumentado considerablemente, especialmente después de la llegada del expresidente Donald Trump a la Casa Blanca.
Según las estimaciones, varios migrantes han pasado hasta 19 días bajo custodia estadounidense antes de recibir una oportunidad de asilo.
Poco después de la medianoche del 13 de febrero, Ambo y otros migrantes fueron trasladados en autobús y viajaron por varias horas.
“Pensamos que tal vez nos trasladarían a un campamento”, recordó con temor.
Sin embargo, al llegar a Panamá, muchos migrantes se preguntaron por qué se les había llevado a este país.
A pesar de la incertidumbre, Ambo se mostró optimista. “Tal vez el campamento en Estados Unidos se active pronto. Creo que vendrán a buscarnos para escucharnos”, dijo con esperanza.
El gobierno panameño los trasladó a un hotel en la Ciudad de Panamá bajo estricta vigilancia, sin teléfono y con acceso limitado al exterior, según lo mencionado por varios inmigrantes.
Desde su nueva ubicación en Panamá, muchos de ellos tienen la esperanza de que un representante del gobierno de Estados Unidos intervenga en su situación.
“La importancia de la historia de las naciones radica en la situación actual de sus ciudadanos”, manifestó un migrante que comparte sus preocupaciones sobre la violación de derechos durante el proceso de asilo.
“No somos delincuentes, solo buscamos asilo”, comentó otro solicitante, enfatizando la naturaleza pacífica de su búsqueda de seguridad.
La situación continua siendo tensa, especialmente con los plazos que el gobierno panameño ha impuesto a los migrantes y la preocupación sobre sus futuros.