Por Evelyn Rodríguez, Miembro de la Academia, Estudios Fiscales, AC
Es conocido que, antes de asumir la presidencia, el nuevo presidente electo de Estados Unidos, un hombre de gran fortuna, ya tenía notoriedad, desde los tiempos de la serie “Los Simpsons” hasta su propia carrera política como vicepresidente junto a Biden.
Ante esto, se esperaban cambios que influenciarían el entorno de Estados Unidos, y en particular a México, que no solo está cerca del nuevo mandatario, sino que también la zona fronteriza está estrechamente ligada a la producción en América. Para quienes vivimos en Chihuahua, este contexto es clave.
Para iniciar este análisis, tomaremos como punto de partida la “ola de acontecimientos trumpistas” que comenzó con su ascenso al poder el 20 de enero de 2025. Desde ese día, se caracterizó por el uso de frases como “el destino manifiesto” y “hagamos a América grande otra vez”, reflejando una clara conexión con la situación en la frontera sur de su país. Es claro que estos cuatro años que vienen no serán nada fáciles, y puede que sea más preciso pensar en una fase de constante cambio.
En ese mismo contexto, el nuevo presidente firmó un documento conocido como la “política comercial América Primero”, que daba un periodo de gracia de dos meses para implementar cambios que ya comenzaron a llevarse a cabo. Su gabinete se mostró decidido a priorizar las directrices del nuevo jefe, y en menos de diez días se vieron los resultados en acción.
Una de las medidas incluyó la emisión de una orden ejecutiva que estableció que el 25% de los productos provenientes de México que cruzaran la frontera hacia Estados Unidos pasarían por un proceso de revisión más exhaustivo. Esto llevó a un análisis de las repercusiones por parte de diversos sectores involucrados en el comercio internacional.
Tras la mediación presidencial, se establecieron acuerdos y negociaciones entre los dos países, que se materializaron el 3 de febrero con los siguientes puntos:
1. México se comprometió a reforzar su frontera norte con la Guardia Nacional para evitar el tráfico de drogas y otros delitos.
2. Se acordó una colaboración más estrecha en temas de seguridad.
3. Los equipos de trabajo comenzarán a abordar simultáneamente asuntos de seguridad y comercio.
4. Se establecerá una vía clara para el manejo de productos sujetos a revisiones.
Con la entrada en vigor de estos cambios, las industrias y comerciantes en México comenzaron a ver la realidad de las nuevas tarifas y el impacto que tendrían en los bienes en el marco del tratado T-MEC. Esto exigirá adaptaciones, incluyendo análisis detallados sobre la procedencia de los productos para garantizar su continuidad en el comercio internacional.
Es importante prever las implicaciones para nuestras empresas y adoptar prácticas que nos ayuden a navegar la incertidumbre que este nuevo panorama presenta.
Artículo elaborado por la Lic. Evelyn Rodríguez, Miembro de la Academia Chihuahuense de Estudios Fiscales, AC, representa su opinión.