Xavier Davis, un hombre de 32 años, se declaró culpable de asesinato capital al inicio de su juicio, cuatro años después de los eventos que tuvieron lugar el 30 de junio de 2021.
Las autoridades informaron que Davis irrumpió en la residencia de la familia Carhee y disparó contra Gregory Carhee, de 35 años, y Donyavia Lagway, de 29 años, así como contra sus tres hijos. En el ataque, disparó a una pequeña de 6 años, Harmony Carhee, quien logró sobrevivir haciéndose pasar por muerta. Una vez que el agresor abandonó la escena, Harmony protegió a su hermano menor y pidió ayuda.
El caso tomó un giro inesperado cuando las investigaciones revelaron que Alexus Williams estaba en una relación con la madre de sus víctimas. A partir de esto, Williams fue arrestado en marzo de 2022 y enfrenta cargos de asesinato capital y agresión agravada. Las autoridades determinaron que un amigo de la infancia de Williams fue el autor material del crimen.
El ataque dejó a la familia devastada, especialmente considerando que Lagway estaba embarazada en el momento de la tragedia. Los daños emocionales son irreparables, afectando a todos los familiares y amigos de las víctimas.
Davis ha sido acusado de asesinato capital y agresión agravada con un arma mortal. Ahora que se ha declarado culpable, su caso entrará en la fase de sentencia, donde los fiscales podrían solicitar la pena de muerte.
Por su parte, Williams ha declarado su inocencia ante todos los cargos y su juicio está programado para este año. Las autoridades aseguran que los vínculos entre Williams y Lagway, así como la relación de amistad entre Williams y Davis, fueron factores clave en la planificación del ataque.
Harmony, la niña sobreviviente, cuya identidad no ha sido revelada, mostró un extraordinario valor al proteger a su hermano menor durante el ataque. Según declaraciones de la policía, no solo fingió estar muerta para salvar su vida, sino que también tomó medidas para asegurar la seguridad de su hermano y alertar a otros.
La comunidad sigue buscando justicia para la familia Carhee, cuya tragedia deja una herida profunda en Houston.
