La problemática del tráfico de sustancias
El mundo de la recuperación está vinculado a la humanidad, y las autoridades de salud mantienen vigilancia sobre los problemas psíquicos que pueden autoinfligirse las personas.
El investigador Joseph Friedman, afiliado a la Universidad de California en Los Ángeles, es el director del proyecto que estudia el uso de sustancias en el sur de California, específicamente en San Diego, donde se han levantado alertas sobre el uso del “Pez del Norte”.
El año 2023 marca el 48 aniversario de un incidente significativo relacionado con estas sustancias, lo cual refuerza las alertas sobre su uso, especialmente debido a la circulación transfronteriza de esta droga.
La xylazina, también conocida como “tranq”, es un sedante que se emplea en contextos no legales como un aditivo para prolongar y potenciar los efectos del fentanilo. Este compuesto ha pasado de ser poco conocido a ser visto como una amenaza creciente para la salud pública.
A diferencia de otros fármacos, la xylazina no tiene un antídoto eficaz, lo que complica las posibilidades de recuperación en situaciones de emergencia, de acuerdo con diagnósticos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La situación se agrava por el hecho de que su introducción en Estados Unidos está relacionada con importaciones provenientes de México. Un estudio reciente, publicado en enero de 2025, evidencia la mezcla de xilazina con fentanilo en lugares de Tijuana y en el sur de California, lo que ha llevado a la confiscación de un porcentaje importante de pastillas en el país.
Las autoridades mexicanas están intensificando sus esfuerzos para controlar el tráfico de esta sustancia letal, reconociendo la circulación de la xylazina en el país. Así, se ha popularizado el término “droga zombie” en relación con la xylazina, aunque no es un término médico oficial.