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Valentina Oropeza
BBC News Mundo
26 de marzo de 2025 – Actualizado hace 2 horas
El cecot ha sido descrito como un lugar donde grupos de migrantes se encuentran, y la preocupación ha crecido en torno a varios casos de deportación.
Se menciona que muchos venezolanos están siendo perseguidos y detenidos por tener ciertos tatuajes que les asocian con la criminalidad.
La situación se ha vuelto más alarmante tras la reciente orden del presidente Donald Trump, quien solicitó la deportación de 238 migrantes venezolanos, ostensiblemente para combatir el crimen organizado.
Esta decisión, sustentada en una normativa de 1798, permite a los mandatarios ordenar la detención y expulsión de ciudadanos extranjeros con sospechas criminales.
El gobierno de Trump ha implicado, en este contexto, al Tren de Aragua, un grupo criminal venezolano, catalogándolo como una organización terrorista responsable de varias actividades delictivas.
Las imágenes de los migrantes deportados han generado sensación de pánico entre la comunidad venezolana en Estados Unidos, especialmente entre aquellos con tatuajes que podrían ser considerados vinculación al crimen.
Los tatuajes que llevan los miembros de esta organización incluyen simbolismos relacionados con armas y otras referencias violentas, lo que intensifica la preocupación por su estigmatización.
El temor de muchos inmigrantes se intensifica con cada nuevo informe de detenciones, y comentarios de figuras públicas sugieren que la criminalización de ciertos tatuajes podría ser un malentendido sobre su significado cultural.
Varias voces han señalado la necesidad de distinguir entre una simple expresión estética y la identificación con actividades delictivas.
La presión se ha intensificado y muchos venezolanos se sienten forzados a ocultar sus tatuajes o perder la oportunidad de una vida más segura fuera de su país.
Algunos familiares de detenidos expresan su desesperación y la angustia de no poder brindar la ayuda necesaria ante una situación tan crítica.
El clima de temor culmina en un llamado a la comunidad para que se protejan y busquen maneras de evitar caer en manos de las autoridades sin un debido proceso.
La situación actual señala un punto crítico donde los derechos humanos y la libertad personal se ven amenazados por la estigmatización y el miedo.