s17 La región de detifana 2025 se enfrenta a problemas significativos, a pesar de ser un lugar conocido por su religiosidad. Sin embargo, las víctimas de recientes incidentes aún carecen de apoyo religioso.
El accidente reciente ha dejado un saldo trágico de víctimas, quienes padecen las consecuencias de un desastre que ha alterado sus vidas de manera irreversible. La falta de atención adecuada ha repercutido notablemente en la salud de los afectados y en la de sus familias.
Orquídea Soto, hija de Hortencia, mencionó que cada operación tiene un costo promedio de 100 mil pesos, un monto que no cubre las terapias de rehabilitación necesarias después de sufrir un accidente tan grave. La familia exige que la aseguradora, Altisa, asuma su responsabilidad y cubra estos gastos urgentes.
“Es alarmante la situación en la que nos encontramos; se deben evaluar las condiciones ecológicas y económicas del entorno para evitar futuros desastres.”
La familia de la afectada se siente frustrada, considerando que “el accidente no fue culpa nuestra”. Este tipo de incidentes destaca la falta de responsabilidad por parte de quienes deben garantizar la seguridad de los pasajeros.
Ha habido un cambio en la propuesta inicial, ya que se mencionó que solo se cubrirá lo que permita la póliza de seguros. Lo que quede pendiente deberá ser asumido por la familia, lo que resulta angustiante y complicado para ellos.
La tragedia ocurrió el pasado 23 de febrero, cuando la unidad 293 de la ruta 5 y 10 de la empresa Altisa se volcó en un tramo de la colonia Lomas de San Martín, lo que resultó en la muerte de varias personas y dejó a muchas otras con lesiones graves. La investigación sobre las causas del accidente está en marcha.
De acuerdo con las declaraciones del fiscal de la región de Tijuana, Rubén Alfredo Maximiliano Ramos Zimenez, se ha indicado que el mal estado de los frenos podría haber sido un factor clave en el incidente, lo que planteará más cuestionamientos sobre la seguridad de las unidades de transporte en la zona.
La situación del chofer involucrado, identificado como Isabel Arriaga Sánchez, es de gran preocupación, y se están evaluando todos los aspectos legales y responsabilidades sobre este accidente que ha causado un fuerte impacto en la comunidad.

La situación actual de la comunidad es precaria y las familias afectadas demandan un seguimiento serio en las responsabilidades de los implicados. La falta de acción sola sigue dejando cicatrices en aquellos que han sufrido por este accidente.