El Papa Francisco, de 88 años, fue dado de alta tras pasar cinco semanas internado en grave estado de salud en la Clínica Gemelli. Según el médico que lo atendió, durante su estancia el pontífice estuvo muy cerca de la muerte en dos ocasiones. “Las dos situaciones fueron críticas,” declaró a diario Corriere della Sera.
El Dr. Alfieri, encargado de realizar la intervención quirúrgica al Papa, comentó que durante las noches, especialmente en febrero, los problemas respiratorios comenzaron a agudizarse tras dos semanas de hospitalización. En esos momentos, el equipo médico y los familiares sintieron la preocupación por su estado crítico.
“Por primera vez, vi lágrimas en los ojos de algunos de los presentes. Las personas que lo rodeaban lo querían de verdad, como a un padre. Estábamos en una situación de alto riesgo,” recordó el Dr. Alfieri. La angustia del equipo médico era palpable, dado que existía un “muy alto riesgo de dañar otros órganos”.
El Papa, en medio de su sufrimiento, pidió a los médicos: “Inténtalo todo, no te rindas,” mostrando su determinación a seguir luchando. A pesar de su grave situación, el pontífice se mantuvo siempre alerta, lo que sorprendió al equipo médico. “Era un momento realmente crítico. Pensamos que podría no sobrevivir”, indicó Alfieri.
El Vaticano reportó que el Papa Francisco está en proceso de recuperación y ha comenzado su rehabilitación tras la hospitalización. En todo momento, sus seguidores y el mundo entero se unieron en oración por él, lo que, según Alfieri, pudo haberle dado fuerzas durante su debilidad.
El médico valoró la importancia de la fe en el proceso de sanación del Papa, destacando que “las oraciones pueden tener un impacto positivo en la salud de los enfermos”. El sentido de unidad y la esperanza compartida fueron elementales en estos momentos difíciles.
Al ser dado de alta, el Papa afirmó con optimismo: “Sigo vivo, ¿vamos a casa?” Su regreso fue celebrado no solo por sus cercanos sino por millones que lo consideran una figura paternal. El Dr. Alfieri enfatizó la importancia de esta experiencia, que dejó huellas profundas en todos los involucrados y reafirmó la vitalidad del líder religioso.