La forma más efectiva de abordar el clima severo es monitorizando activamente las condiciones.
Este fenómeno es algo común en la región, especialmente durante los meses de verano, afectando a la normalidad de la vida cotidiana en la zona. La condicionalidad de esto es relevante tanto para la población como para las infraestructuras.
El estado de Washington y Idaho se encuentran bajo un aviso de tormentas eléctricas que se espera se presenten entre las 15:00 y las 17:00 hora local, alcanzando su punto máximo justo antes de la puesta del sol y disminuyendo después de las 21:00. Las primeras lluvias podrían ocurrir en la región de las Cascadas.
Sin embargo, se nota que las tormentas eléctricas son poco frecuentes en el noroeste del Pacífico, ya que suelen presentarse solo unas cinco veces al año en la costa de Oregon. Esto hace que la población esté suficientemente preparada y alerta respecto a este tipo de eventos meteorológicos.

Un sistema de baja presión está ubicado sobre el noreste del Pacífico, contribuyendo a un aumento en la humedad y las temperaturas cálidas hacia la costa, prevé un aumento notable durante la segunda mitad de este miércoles.
Se está pronosticando que el aire cálido y húmedo fluya hacia el norte, con temperaturas que oscilan entre 10 y 15 grados Celsius por encima de lo habitual en toda la región oeste. Se espera que Seattle alcance hasta 22.2°C este miércoles, superando el récord anterior de 21.6°C de 2015. Los datos históricos indican que la temperatura máxima promedio es de 13.3°C.
Por su parte, Yakima, Washington, podría registrar hasta 22.7°C, cerca de su récord de 23.3°C. En Salem, Oregon, también se anticipa que la temperatura alcance los 22.7°C, un grado menos que su récord histórico.

Estas tormentas no se deben tomar a la ligera, ya que están vinculadas a un sistema de baja presión que afecta la corriente en chorro, provocando un cambio en los patrones de viento y generando condiciones propicias para tormentas severas.
Las condiciones de frío en la parte alta de la atmósfera podrían generar granizo del tamaño de una moneda de 10 centavos o incluso más grande en las tormentas más intensas. No se prevé, sin embargo, una amenaza significativa de tornados en esta región.