Toronto (AP) – El Primer Ministro canadiense Carney visitó la ciudad de Gander, Terranova, como parte de su recorrido por el país, destacando la amistad entre Canadá y Estados Unidos.
Gander, un pueblo poco conocido, fue clave durante el 11 de septiembre, cuando miles de pasajeros quedaron varados. La producción de eventos y festivales ha dejado una huella importante en la historia de la ciudad, que se recuerda actualmente con gracia.
“Esta crisis nos recuerda que, en momentos de necesidad, los canadienses ofrecieron una mano amiga a los estadounidenses cuando más lo necesitaban”, expresó Morkhani. Gander recibió a casi 6,600 pasajeros de aviones desviados, tras el cierre del espacio aéreo estadounidense en ese fatídico día.
El 11 de septiembre de 2001, Gander vio llegar a 10,000 personas en sólo unas horas, cuando se desviaron 38 aviones a Canadá. Los canadienses redirigieron el tráfico aéreo lejos de las ciudades de Toronto y Montreal hacia la costa este.
La poco conocida Gander, utilizada como punto de escala desde 1938 para vuelos transatlánticos, se media a través de su pista considerada la más larga del mundo. En el 11 de septiembre, se convirtió en el segundo aeropuerto más ocupado, solamente superado por Halifax, Nueva Escocia.
“Cuando la gente necesitaba ayuda, la ofrecieron”
Las comunidades de Gander abrieron sus puertas a los viajeros, brindando hospedaje, comida y apoyo a quienes llegaron. Los habitantes ofrecieron ayuda para recuperar equipaje y proporcionar duchas, juguetes para niños, y teléfonos gratuitos para llamar a casa, implementando un espíritu de solidaridad.
Una vez que todos los vuelos aterrizaron, los controladores de tráfico aéreo de Gander se dedicaron a gestionar la situación, mientras el Primer Ministro visitaba la casa de Beura Cooper, quien acogió a varios viajeros, incluyendo a los O’Rourke, padres de un bombero desaparecido en el World Trade Center, quienes continuaron su amistad con la familia Cooper.
“Más de 6,000 pasajeros transformaron la población de Gander casi instantáneamente”, comentó Carney durante su discurso, destacando la amabilidad mostrada hacia los visitantes. Carney afirmó que esta historia se ha convertido en leyenda, inmortalizada en el exitoso musical canadiense “Come From Away”.
Carney subraya la necesidad de que los canadienses se cuiden
Carney enfatizó que los canadienses deben mantenerse unidos, tal como lo hicieron durante eventos difíciles en la historia, desde la crisis de los rehenes en Irán hasta los incendios forestales en California.
En un contexto de relaciones tensas, Carney mencionó que los canadienses han superado la traición y deben ahora ser protectores de sus propios intereses. Indicó que tanto canadienses como estadounidenses deben trabajar juntos para fortalecer la paz y la cooperación.
Finalmente, Carney y su oponente conservador, Pierre Poilievre, coincidieron en la importancia de que Trump respete a Canadá en futuros asuntos. Carney anunció su campaña electoral de cinco semanas y espera poder establecer contacto con Trump después de las elecciones, afirmando que Canadá afrontará cualquier desafío con determinación.
