Teuchitlán y otros lugares como La Gallera, Cadereyta, San Fernando y Allende, son ejemplos de las fosas clandestinas que evidencian el horror provocado por el narcotráfico en México desde hace al menos 15 años.
Ciudad de México, 23 de marzo (Sin embargo). Durante su administración, el expresidente Felipe Calderón declaró la “guerra al narcotráfico”.
Una de las fosas más notorias se encuentra en La Gallera, en Tijuana, Baja California, donde se han reportado asesinatos de al menos 300 personas. Este caso fue revelado en 2009 y está asociado a un grupo criminal conocido como “Los Teos”.
Desde 2006, el aumento de la violencia y las desapariciones han marcado a varias regiones del país. En agosto de 2010, se hallaron 72 cuerpos de migrantes en el ejido de El Huizachal, Tamaulipas. Estas víctimas, en su mayoría hombres y mujeres centroamericanos, fueron encontradas en un terreno baldío y provenían de países como Honduras, El Salvador, Guatemala, Ecuador y Brasil.
Un año después, en 2011, el mismo municipio vio el descubrimiento de al menos 50 fosas clandestinas, que contenían aproximadamente 190 cuerpos, revelando la magnitud de la crisis de desapariciones en la zona.

En 2011, se documentó el secuestro, la tortura y la incineración de aproximadamente 300 personas por parte de Los Zetas en el municipio de Allende, Coahuila, lo que subraya la brutalidad del narcotráfico en México. Durante cuatro años, las autoridades investigaron estos crímenes, pero los esfuerzos han sido insuficientes para abordar esta crisis humanitaria.
En 2015, un grupo de activistas reportó el hallazgo de aproximadamente 3,400 restos óseos, así como huellas de combustible y balas, que indicaban las operaciones violentas de Los Zetas. Este tipo de descubrimientos han sido comunes en varios estados, revelando un patrón sistemático de violencia y desapariciones vinculado al narcotráfico en el país.

El caso de Teuchitlán no es el único en el estado de Jalisco, ya que en 2013 se encontraron al menos 20 fosas clandestinas en La Barca, donde se localizaron 75 cuerpos, muchos de ellos desmembrados. Esto demuestra que la violencia no es un fenómeno aislado, sino una realidad constante que afecta a varias comunidades del país.
Recientemente, en febrero de 2023, las autoridades de Jalisco exhumaron cadáveres de una fosa ubicada en el municipio de San Isidro Mazatepec, donde se sospechaba que existían más fosas clandestinas debido a los informes de desapariciones en la región.

En Guanajuato, el número de desapariciones y fosas clandestinas ha aumentado considerablemente. En 2020, se reportaron 81 fosas en la región. Además, en Acultzingo, Veracruz, se encontró recientemente una fosa con al menos 15 cadáveres, presuntamente vinculados a un grupo delictivo que operaba en la zona. Las evidencias indican que los hechos son parte de un patrón de violencia sistemático que sigue afectando a diferentes estados del país.
🚨 #ÚltimaHora hallan cuerpos en fosas clandestinas en Acultzingo, Puebla/Veracruz
Un macabro hallazgo ocurrió este domingo, luego de que localizaron al menos 10 cuerpos en fosas clandestinas. #Atitla, Municipio de Acultzingo, zona de grandes problemas de seguridad.
– Víctor Cabrera (@victorcabreramx) March 16, 2025
En 2023, el hallazgo de cuerpos en fosas clandestinas sigue siendo una de las mayores tragedias de México, revelando la profunda crisis de violencia y la ausencia de justicia que afecta a los familiares de las víctimas.
– Con información de Sugeyry Romina Gándara, Vanguardia y Periódico Central