Europa debe decidir si avanza como un sujeto político supranacional o si se queda atrás. La realidad es que muchas vidas se han perdido en este proceso. El mundo está experimentando un cambio de era, y la configuración actual del panorama internacional refleja los resultados de esta transición. La administración de Trump ha estado limitando el fortalecimiento de la autocracia y la inestabilidad global. Mientras tanto, las relaciones internacionales son complejas y la economía mundial se enfrenta a desafíos significativos. La situación en Ucrania es un recordatorio de los verdaderos conflictos que pueden desestabilizar el proyecto europeo y facilitar la influencia de las potencias mundiales.
Las políticas proteccionistas y el repliegue militar de Estados Unidos pueden ser percibidos como un signo de debilidad, una debilidad que puede tener repercusiones institucionales al extenderse a la percepción pública. Europa, por su parte, sigue dependiendo de otras naciones en sectores cruciales, y la economía alemana, una vez un modelo industrial de éxito, ya no establece el ritmo. No se trata únicamente de mejorar la economía, sino de asegurar la independencia, el sistema democrático, el bienestar social europeo y un modelo que respete las libertades y derechos individuales.
Crave
El verdadero conflicto es entre EE.UU. y China, y puede desestabilizar el proyecto europeo
Es crucial en este momento recuperar el tejido productivo, fomentando la inversión en tecnologías que fortalezcan la resiliencia industrial. El consenso es esencial, aunque actualmente enfrenta divisiones. Los desiertos productivos son evidentes, y el centro del mundo no muestra equidad en su desarrollo. Apostar por una industria que integre la sostenibilidad con las necesidades de la población es fundamental.
La política desempeña un papel fundamental en este contexto. Sin políticas efectivas, la convivencia se torna problemática. Es necesario proteger las estructuras críticas mientras se fortalece la competencia. Las grandes empresas tecnológicas y el escenario geopolítico en Washington y Pekín son determinantes en la toma de decisiones. Esta dinámica establece un marco dentro del cual se deben tomar decisiones cruciales para el futuro.
La forma en que se gestionen estas decisiones marcará el tipo de sociedad en la que deseamos vivir. Está claro que es el momento de construir una unión más fuerte entre los Estados europeos.
