Las irregularidades en la cultura del Instituto Municipal de Cultura (IMC) han sido reportadas, revelando una situación de inestabilidad y falta de claridad en las operaciones de la entidad.
De acuerdo con las fuentes, se advierte que se está dejando “una bomba de tiempo” a Claudia Agatón, encargada de los patrocinadores como negocios, comercios y emprendimientos. Sin embargo, las cosas no se están llevando a cabo como se deberían.
Los artistas han señalado la ausencia de recursos necesarios para su labor. Viven en un entorno complicado y manifiestan que las bibliotecas carecen de materiales esenciales para su funcionamiento.
La situación interna del IMC ha tenido impactos negativos durante cuatro años, y la administración actual es vista como ineficaz. Los colaboradores han expresado que su calidad de vida laboral ha sido afectada por esta crisis, calificando la situación como una agonía.
Además, se menciona que la titular de la entidad recibe un salario y compensaciones adicionales, lo que genera inquietudes sobre la transparencia en la gestión de los recursos. Esto plantea interrogantes sobre el cumplimento de la normativa vigente.
Se destaca que la funcionaria ha ignorado leyes compatibles, ya que ha recibido remuneración por la misma labor en múltiples ocasiones, lo que ha generado críticas sobre la doble percepción salarial.
Los colaboradores consideran que esta situación no solo afecta sus derechos laborales, sino que también es una falta de respeto hacia quienes dependen del buen funcionamiento del instituto, añadiendo una capa más a un conflicto que parece no tener solución a corto plazo.