Después de que Donald Trump asumió la presidencia el 20 de enero, se han intensificado las preocupaciones en torno a las operaciones de espionaje militar cerca de México. Este monitoreo se ha llevado a cabo en un contexto donde la seguridad en la región es fundamental para los habitantes de esa área, quienes están expuestos a diversas amenazas.
Las operaciones tienen lugar en localizaciones estratégicas como Baja California Sur, en el Golfo de California. La dirección de las instituciones pertinentes se muestra preocupada por la creciente actividad criminal en la franja fronteriza sur. La administración de Trump mantiene un registro constante sobre las acciones realizadas en la zona con el objetivo de enfrentar el crimen.
Entre los aviones utilizados en estas misiones se incluyen el P-8 Poseidon, una aeronave de la marina estadounidense equipada para diversas operaciones; el U-2 Dragon Lady, diseñado para llevar a cabo misiones de espionaje a gran altitud, capaz de volar hasta 70,000 pies; y el Boeing RC-135 Rivet Joint, especializado en operaciones de vigilancia y con capacidad para transportar hasta 30 personas en su tripulación.
La Embajada de EE. UU. en México ha enfatizado su mensaje en relación con el “Golfo de América”, refiriéndose a amenazas como el terrorismo, el tráfico de armas, las drogas y la migración ilegal. Esta estrategia combinada busca abordar una serie de problemas que afectan tanto a México como a Estados Unidos.
Trump designó al coronel retirado Ronald Johnson, un exboina verde con experiencia militar, como nuevo embajador en México, en un momento marcado por presiones comerciales y deportaciones masivas. La llegada de Johnson es vista como un rostro visible de la política de Trump hacia México, caracterizada por un enfoque en la colaboración en materia de seguridad diaria.
Las Fuerzas Especiales también desempeñan un papel significativo, en particular la Infantería de Marina. El entrenamiento de estas unidades comenzó el 17 de febrero y se extenderá hasta el 30 de marzo de 2025, llevándose a cabo en la base de Campeche. Un total de 11 elementos estarán involucrados, llevando consigo sus propias armas, municiones y equipos.
Por otro lado, el Senado de la República aprobó de forma unánime el ingreso de 155 elementos de la Infantería de Marina de EE. UU. a territorio mexicano para realizar ejercicios del 24 de marzo al 23 de abril, divididos en tres fases. Estos ejercicios tendrán lugar en el Centro de Adiestramiento Número 4 de la Armada de México, ubicado en la Isla Santa Margarita, Baja California Sur.
