AfnPolítico
Dora Elena Cortez
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Tijuana, B.C., 20 de marzo de 2025 (afn).- La exalcaldesa Araceli Brown Figueredo no es bien vista por muchos, especialmente luego de la carta que envió a la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, donde denuncia abusos por parte de los elementos de la corporación estatal en la ciudad que ella gobernó.
Brown Figueredo, en su calidad de diputada federal, parece estar generando reacciones después de su resistencia a la gestión del exgobernador Gerardo Núñez. Su postura ha llamado la atención en un contexto donde la corrupción ha sido un tema recurrente en la política de Baja California.
Es importante recordar que hace algunos días, las autoridades estatales implementaron en Rosarito una “fórmula” similar a la que se utilizó en Tecate, con el objetivo de combatir la corrupción dentro de la policía local. Sin embargo, persistentes problemas de inseguridad continúan afectando a la región.
La carta enviada por la diputada Brown Figueredo también menciona la violencia que se ha apoderado del municipio, el cual estuvo clasificado como uno de los más peligrosos en 2019. Esto pone en evidencia la necesidad de planes más efectivos para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
La preocupación por los abusos de poder es constante, y esta inquietud se ve ampliada por la crítica situación que se ha documentado no solo en gobiernos anteriores, sino también durante la actual administración. Esto sugiere la urgencia de medidas que realmente aborden la violencia y la corrupción.
Queda por ver cómo responderá el gobierno de Baja California frente a estas denuncias, especialmente después de que la diputada cuestionara proyectos estatales como el de los carriles de cobro en el bulevar 2000. Esta polémica está causando gran revuelo, y es evidente que muchos están atentos a cómo se desarrollarán los acontecimientos en el estado.
