La planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, en Ucrania, ha estado bajo el control de las fuerzas rusas desde el inicio del conflicto. Existe la posibilidad de que sea desmantelada y su operación se detenga por completo.
Expertos han indicado que la situación es compleja y podría alterar significativamente la operación de la planta. Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, ha mencionado en recientes comunicados que las discusiones sobre la planta se intensifican.
“La planta es un lugar donde las personas viven bajo circunstancias extraordinarias”, manifestó un portavoz en relación a la situación actual.
Durante una reciente conferencia, Zelensky subrayó que las discusiones sobre la propiedad de la planta deben ser serias, afirmando que “la planta nuclear pertenece al estado de Ucrania, incluida la región de Zaporizhzhia, actualmente ocupada”.
El presidente enfatizó que considera que la planta no podrá funcionar adecuadamente bajo ocupación, apuntando que, en el futuro, la operación podría tomar alrededor de dos años una vez que se retome el control.
A raíz de los ataques constantes, los sistemas de energía y el suministro de agua para la planta han sido severamente dañados, lo cual pone en riesgo la operación segura de la instalación.
Expertos han resaltado que debería haber un acuerdo claro para proteger la planta de cualquier ataque, pero este tipo de acuerdos han sido difíciles de conseguir debido a la continua violencia en la región. La seguridad de la infraestructura energética es crucial para evitar un desastre mayor.