El fin del mundo es un tema prioritario. Así lo han expresado tanto la presidenta Claudia Sheinbaum como los republicanos en relación a la toma de posesión del nuevo gobierno republicano (TMEC), que se revisará en 2026. “Estamos ante una condición que es tratada como un crimen hacia los inmigrantes en Estados Unidos”, afirmó Sheinbaum durante su última conferencia de prensa.
Sheinbaum adelantó que en su documentación de trabajo sobre la comunidad mexicana se abordarán temas como la contribución fiscal de los inmigrantes, sus labores en el sector agrícola y su importancia en la economía. La presidenta enfatizó que es crucial el desarrollo y la tranquilidad de esta comunidad, ya que son ellos quienes movilizan las protestas. “Hay que fortalecer el desarrollo y promover un clima de calma”, subrayó.
Un día antes, Sheinbaum manifestó su apoyo a la comunidad mexicana, marcando un pronunciamiento firme a favor de los migrantes desde que asumió la presidencia el pasado 1 de octubre. “Nuestros compatriotas son verdaderos héroes y heroínas, trabajadores que apoyan a sus familias y a la economía de México, y que además contribuyen a la economía de su país. Ayer hice un énfasis especial y lo seguiremos haciendo”, dijo en su discurso.
Las remesas son uno de los pilares de la economía mexicana, equivalentes al 4% del PIB, según cifras oficiales. Estas superan los 63,000 millones de dólares recibidos desde el extranjero. Sin embargo, más de cinco millones de mexicanos indocumentados en Estados Unidos no son la única preocupación del gobierno de Sheinbaum. “Estamos conscientes de las consecuencias de posibles deportaciones; recibiremos a nuestros compatriotas y tenemos un plan para ello”, comentó.
Este plan no solo enfrenta la retórica antinmigrante del expresidente Trump. Busca reforzar la protección de los migrantes y mejorar sus condiciones. Sin embargo, el presupuesto aprobado para las relaciones exteriores ha sido reducido de 9,994 millones de pesos a 9,294 millones de pesos. Aun así, la determinación de enfrentar la situación se mantiene firme.
Sheinbaum también critica a los líderes estadounidenses como el senador cubanoamericano Marco Rubio, quien ha sido un severo crítico de México y su presidente Andrés Manuel López Obrador, mentor de Sheinbaum. Asimismo, designó a Tom Homan como “zar de la frontera” y al gobernador de Dakota del Sur, Kristi Noem, como su aliado en temas migratorios.
Homan ha señalado que la designación de los carteles mexicanos como grupos terroristas es inminente, y que ellos controlan las fronteras. También se mostró a favor de la donación de más de 500 hectáreas de tierra en Texas para construir grandes centros de detención. La incertidumbre y la volatilidad política aumentan la expectación en ambos lados de la frontera, y la migración se posiciona como uno de los temas principales que el gobierno de Sheinbaum deberá abordar ante la administración de Trump.