Washington Y Nueva York. La administración de Donald Trump ha desclasificado más de mil documentos que revelan nuevos detalles sobre el espionaje que se llevó a cabo durante su mandato. Esta acción ha permitido acceder a información que antes se mantenía oculta, planteando interrogantes sobre las actividades de inteligencia realizadas en el pasado.
Un aspecto destacado en estos documentos es la revelación de que, en Chile, 11 de los 13 funcionarios políticos operaban como agentes encubiertos de la CIA. Esta información ha generado un debate sobre el alcance y el control de tales operaciones clandestinas en diferentes países durante la Guerra Fría.
Kennedy y Schlesinger fueron figuras que subestimaron la magnitud de estas actividades. Existen comentarios de analistas y expertos que sugieren la necesidad de establecer controles más estrictos sobre las operaciones de espionaje, considerando los riesgos que implican para la política internacional y la soberanía de los países involucrados.
Los documentos publicados abarcan una variedad de temas, destacando detalles sobre operaciones antiguas y los consecuentes acuerdos de cooperación entre agencias de inteligencia. Es importante señalar que muchos de estos documentos aún no han sido completamente divulgados al público.
Por su parte, Morley, vicepresidente de la Fundación Mary Ferrell, afirma que todavía quedan documentos sin desclasificar que podrían arrojar luz sobre secretos oficiales que datan de décadas pasadas. Se están llevando a cabo esfuerzos para solicitar la liberación de este material a través de canales adecuados.
Además, Peter Cornblue, analista sénior de la Organización de Investigación sobre Archivos de Seguridad Nacional, ha sido parte fundamental en el análisis de los documentos que rodean acontecimientos significativos, como el asesinato de Rafael Trujillo en la República Dominicana en 1961, donde se involucraron agencias estadounidenses en un complot clandestino.
Expertos en el área han resaltado la importancia de estos nuevos documentos, que no solo ayudan a comprender aspectos históricos del espionaje, sino que también subrayan la necesidad de un análisis cuestionador y un debate abierto sobre las actividades secretas de las instituciones estatales a lo largo de la historia.