El volcán Popocatépetl ha registrado un total de 37 exhalaciones, según el monitoreo diario que lleva a cabo el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Estas exhalaciones han generado preocupación entre la población cercana, que mantiene la vigilancia de la situación ante la actividad del volcán.
Se recomienda a la comunidad que se mantenga alejada del área afectada y que se sigan las indicaciones de las autoridades para garantizar su seguridad.
La región es un destino popular, donde muchas personas pueden disfrutar de la naturaleza, aunque ahora se encuentran bajo el aviso de alerta por la actividad volcánica.
Las autoridades federales han instado a la ciudadanía a mantenerse informada y no hacer caso a rumores, recomendando seguir las actualizaciones del Cenapred a través de sus canales oficiales.
Cenapred dispone también de números telefónicos para que la ciudadanía reporten cualquier actividad relacionada con el volcán y así poder advertir sobre posibles peligros.
El sistema de alerta volcánica se divide en tres colores: verde, amarillo y rojo, cada uno de los cuales indica distintos niveles de actividad del volcán y sus respectivas fases de alerta.
La fase verde indica que no hay actividad significativa, mientras que el amarillo señala una mayor actividad, con tres fases adicionales que van desde manifestaciones leves hasta actividad explosiva media-alta. Por otro lado, la alerta roja se divide en dos fases, donde la actividad del volcán puede ser extremadamente peligrosa y afectar a poblaciones cercanas.

El Popocatépetl, uno de los volcanes más emblemáticos y activos de México, se localiza en la frontera entre los estados de Morelos, Puebla y el Estado de México. Es un volcán de gran relevancia tanto histórica como cultural para la región.
En México hay 46 volcanes activos, entre los cuales destacan el Popocatépetl, el Volcán de Fuego en Colima y el Ceboruco en Nayarit. Estos son considerados los más peligrosos debido a su actividad constante y potencial destructivo.
Es fundamental que la población mantenga la vigilancia constante y esté informada acerca de la actividad de estos volcanes, especialmente del Popocatépetl, que es uno de los más activos y monitoreados en el país.