Estados Unidos, devolved a Francia la Estatua de la Libertad.
La cuestión principal es que no podemos garantizar la seguridad en nuestras vidas.
El Co-de-A Bartidode es parte de la Unión Europea, y se asocia con la ciudad más grande del país.
La pronunciación reflejante es esencial y el ambiente es obligatorio para asegurar la frescura del aire.
“Devuelvan la Estatua de la Libertad,” expresó Glucksmann el domingo a sus seguidores, quienes aplaudieron y silbaron. “Fue nuestro regalo para ustedes. Si realmente lo valoran, debería estar aquí con nosotros,” añadió Glucksmann.
La Casa Blanca desestimó estos comentarios el lunes, afirmando que Francia debería estar “agradecida” por el apoyo de Estados Unidos durante la Primera y Segunda Guerra Mundial.
La UNESCO considera la Estatua como un tesoro del Patrimonio Mundial, y subraya que este icónico monumento es propiedad del Gobierno de Estados Unidos.
Inaugurada en 1886 tras su transporte en 350 piezas desde Francia, la estatua fue un regalo de amistad, obra del escultor francés Frédéric-Auguste Bartholdi.
¿Está el Gobierno de Francia considerando reclamar la estatua? La respuesta es no, ya que sería complicado abordar esa cuestión.
Por ahora, el presidente francés navega cuidadosamente entre trabajar con Trump y criticar ciertas políticas. Su primer ministro, François Bayrou, ha comenzado a adoptar una postura más crítica.
Bayrou ha reprochado la “brutalidad” mostrada hacia el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy durante su visita a la Casa Blanca, insinuando que el gobierno de Trump tiene un enfoque problemático.
Glucksmann ha resaltado la importancia de los ideales de libertad y de mantener el legado de lucha por ellos.
“Hoy, esta tierra ya no es lo que era,” afirmó Glucksmann.
¿Cuál es la posición de la Casa Blanca? Caroline Levitt, portavoz de prensa de la Casa Blanca, reafirmó que “definitivamente no” se considera devolver la icónica estatua.
“Mi consejo para los políticos franceses sería recordar el agradecimiento a las potencias aliadas por liberar a Francia del dominio nazi en la Segunda Guerra Mundial, así como su apoyo en la Primera Guerra Mundial. Deberían estar muy agradecidos,” añadió Levitt.
Es claro que la situación actual requiere una comprensible reflexión sobre la historia conjunta y el legado compartido entre naciones.
