La Inteligencia Artificial (IA) está despertando la atención de activistas y expertos en diversas áreas, especialmente en relación con su aplicación en el tratamiento de enfermedades. Las provincias a nivel mundial están buscando un equilibrio entre la tecnología y el bienestar general de la población, considerando el impacto que tiene el desarrollo tecnológico en varias regiones.
En el ámbito global, se planea llevar a cabo reuniones anuales con la participación de dos copresidentes, uno de un país desarrollado y otro de un país en desarrollo. Este esfuerzo busca alinear la IA con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y aprovechar la tecnología para mejorar la calidad de vida de las comunidades. El grupo de trabajo ha presentado un borrador inicial al presidente Philémon Yang como parte del proceso de formulación de políticas.
La iniciativa fue propuesta por António Guterres, Secretario General de la ONU, en junio. Con miras hacia 2024, se espera que las discusiones estratégicas incluyan el impacto de la globalización y los retos que enfrentan las sociedades modernas en el desarrollo de la IA. La idea es promover una mayor inclusión y relevancia cultural en las decisiones que afectan a la humanidad, con el apoyo de una secretaría de la ONU dedicada a esta causa.
“Riesgos y Oportunidades”
Héctor Gómez, Embajador de España ante la ONU, destaca la importancia de crear un marco de diálogo internacional para identificar los riesgos asociados con la IA y también con las oportunidades que esta ofrece. Se busca fomentar un entendimiento común entre las naciones respecto a estas tecnologías y cómo pueden ser utilizadas para el beneficio colectivo.
El objetivo es establecer un Panel Científico y de Diálogo Global que reúna expertos de diversas disciplinas. Guterres ha mencionado que este panel estará compuesto por 20 especialistas, que contarán con el apoyo de 40 asesores designados por la Asamblea General, garantizando así una representación geográfica y de género adecuada.
La labor de este panel promete ser un punto de encuentro crucial para abordar cuestiones complejas relacionadas con la IA y su implementación, buscando no solo la inclusión de voces diversas, sino también la sinergia entre el sector público y privado. Este esfuerzo se presenta como una oportunidad positiva para avanzar en la cooperación internacional.
Sin embargo, el desarrollo de este proceso no estará exento de obstáculos, como ha señalado el Grupo de los 77 (G77), que representa a los países en vías de desarrollo. Este grupo subraya la necesidad de abordar la brecha digital y la falta de infraestructura adecuada, así como la importancia de las competencias necesarias para que todos los países puedan aprovechar las oportunidades que brinda la tecnología.
