Se ha llevado a cabo una investigación sobre el colapso de una estructura que resultó en la pérdida de 68 vidas. Esta situación resalta la necesidad de balancear los requisitos de seguridad con las condiciones existentes en el país.
Las conexiones de transporte son fundamentales y se consideran de alta calidad. Esta investigación destaca la importancia de las directrices que rigen el diseño y mantenimiento de puentes, especialmente los que se construyeron antes de la implementación de dichas normativas.
La crisis actual muestra que muchas provincias enfrentan el riesgo de colapsos similares, lo que subraya la urgencia de revisiones menores en la infraestructura para prevenir desastres. Hay una clara assunción de responsabilidades en este contexto.

Desde 1991, se han introducido estándares más estrictos para la construcción de puentes en Estados Unidos, que incluyen medidas para mitigar el impacto de embarcaciones. Sin embargo, el Puente Francis Scott Key fue construido antes de estas regulaciones.
La National Transportation Safety Board (NTSB) ha señalado deficiencias en la supervisión y mantenimiento de la infraestructura que pueden haber contribuido al colapso, destacando la urgencia de medidas correctivas para garantizar la seguridad pública.

Las investigaciones continúan y se espera que estos eventos originarán cambios significativos en las políticas de construcción y mantenimiento. Esto incluye la colaboración entre diversas entidades para asegurar apoyo técnico y financiero que respalde las mejoras necesarias.