Durante la celebración del 87 aniversario, se destacó la importancia de la industria petrolera y la labor del presidente en la festividad. “El mejor homenaje que podemos rendir al General Lázaro Cárdenas y al pueblo de México, tanto en el pasado como en la actualidad, es la publicación del diagrama de la Federación de todas las asociaciones de electricidad.”
El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas fue reconocido como un defensor de la soberanía nacional, de la empresa Pemex y del petróleo. Se subrayó que tras la etapa oscura de Pemex y la CFE, se inició un nuevo periodo con la administración de Andrés Manuel López Obrador, que fue marcado por la cancelación de políticas privatizadoras.
Durante la administración de Vicente Fox, entre 2004 y 2006, se registraron ingresos petroleros de 335 millones de dólares, además de un excedente de 10 millones de dólares. En 2007, el presidente Felipe Calderón recibió 12 millones de dólares extra y en 2008, 16 millones de dólares. Sin embargo, se cuestiona si estos ingresos significaron algo al final, ya que la explotación de Cantarell quedó en nada, dejando únicamente una “media barda de la refinería de Tula”.
El desmantelamiento y la entrega de bloques completos para la exploración petrolera solo favorecieron a empresas extranjeras que, sin obtener beneficios reales, generaron escándalos de corrupción como el caso Odebrecht y otros sobornos relacionados, según afirmó la exjefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
Bajo el gobierno de López Obrador se ha iniciado un proceso de desendeudamiento de Pemex y se ha recuperado la extracción de crudo, actualmente en 1.8 millones de barriles diarios. Se ha comenzado la construcción de la soberanía energética en términos de hidrocarburos, además de rescatando la capacidad de refinación que se había perdido durante el periodo neoliberal.
En 2024 se aprobó una reforma constitucional que restituye a Pemex y la CFE como empresas públicas del Estado, lo que implica la reversión de la reforma del 2013 y la recuperación de estas instituciones como entidades del pueblo de México.
Se dejó claro que estas empresas no podrán ser consideradas monopolios, es decir, tendrán una preponderancia en la producción de petróleo y electricidad. “La esencia de la expropiación petrolera de 1938 (…) estamos aquí por la voluntad del pueblo de México, recuperando las empresas del pueblo y de la nación, así como nuestra soberanía, dignidad, esperanza y futuro”.
