De acuerdo con el informe de The Economist, se espera que Estados Unidos implemente aranceles del 25% en el futuro cercano. Este anuncio ocurre en un contexto donde la economía mexicana se está recuperando lentamente, proyectándose un crecimiento del 1.3% para este año, aunque se estima que solo alcanzará un 0.6% para 2026, marcando una diferencia considerable con el pronóstico de 1.2% anticipado para el mismo año.
El Interim Economic Outlook, un reporte trimestral que ajusta las proyecciones económicas del G20, subraya que si las políticas comerciales planeadas se mantienen, podrían incrementar los ingresos gubernamentales de aquellos que las impongan, aunque a su vez representarían un obstáculo para la actividad económica a nivel mundial.
A pesar de un panorama desalentador, se observan incrementos en el ingreso de varias economías. Por el contrario, el crecimiento en el sector industrial se verá afectado negativamente por el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), con expectativas de crecimiento de solo 0.1% en el corto plazo y 0.8% para 2026.
El impacto de estos aranceles en el sector del acero y aluminio, que se aplicarán globalmente, también se menciona en el contexto actual. Los datos sugieren que la Región de América del Norte podría perder impulso económico debido a la desaceleración provocada por restricciones comerciales.
Según las proyecciones de la OCDE, el crecimiento en Estados Unidos experimentará una desaceleración de 0.7% este año, con un estimado del 2% para el próximo periodo. Esto indica una tendencia a la baja en la economía de la región, lo cual podría tener repercusiones en el panorama mundial.
En cuanto a la inflación, esta sigue siendo un aspecto preocupante. Los expertos anticipan que México enfrentará una inflación del 4.4% con respecto a su estimación anterior, superando en 1.1 puntos lo previsto. Hasta el 2026, se espera que la inflación se estabilice en torno al 3%, una pequeña variación respecto a las proyecciones más optimistas.
Por su parte, en Estados Unidos se proyecta que la inflación se mantendrá en un 2.8%, ligeramente por encima de lo que se había anticipado. Estas proyecciones destacan la importancia de monitorear la evolución económica en ambas naciones, ya que el futuro económico requiere atención y ajuste ante las constantes fluctuaciones.
