Por Heather Schlitz
Chicago, 18 de marzo (Reuters) – Las deudas y los pagos a menudo generan presión para Mitch Konen, productor de cebada en Montana, mientras empaqueta heno y carga remolques en su granja situada en un lugar remoto.
Konen, quien también es vicepresidente de la Asociación de Cultivadores de Cebada, manifestó: “Aquí en la granja, estamos bastante ajustados financieramente. Esto nos hace cuestionarnos si podremos continuar en el negocio.”
Los productores de cerveza de México dependen de la cebada estadounidense, lo que ha llevado a que el país imponga restricciones, afectando las importaciones de cebada y obligando a los productores a buscar nuevas fuentes. Los expertos advierten que esto podría significar un nuevo golpe económico.
La importación de cebada desde Canadá se ha visto afectada por un arancel del 25% que se aplica a la cebada y otros productos agrícolas. Frein Olson, economista de la Universidad Estatal de Dakota del Norte, señaló que esto podría provocar una fuerte disminución en las exportaciones de cebada estadounidense hacia Canadá.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que sus aranceles están dirigidos a otros socios comerciales. “Quienes realmente pagan estos aranceles son los agricultores”, comentó Steve Sheffels, productor de cebada y vicepresidente de la Asociación de Cultivadores de Cereales de Montana. “Cultivamos más cebada de la que consumimos, así que si esos mercados desaparecen, los agricultores tendrán que encontrar nuevos compradores.”
El costo de los fertilizantes también está aumentando, según Anna Ross, científica de procesos en Canadá, lo que agrava la situación para los productores. “Sentimos que las cosas no van a mejorar por un tiempo”, indicó Sheffels, quien expresó su temor ante los aranceles.
El consumo de cerveza en Estados Unidos ha disminuido y se estima que en 2024 alcanzará su nivel más bajo en más de 40 años, ya que más estadounidenses optan por otras bebidas alcohólicas. Las cervezas artesanales, por su parte, podrían enfrentar mayores desafíos para absorber los costos elevados y es probable que se vean obligadas a aumentar sus precios. “Las cerveceras van a tener que elegir entre transferir estos costos o absorberlos”, concluyó Watson.
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