La manifestación de jubilados en contra del gobierno de Javier Milei se tornó violenta en Buenos Aires, con la intervención de las fuerzas del orden, quienes utilizaron balas de goma y cañones de agua para dispersar a los asistentes que arrojaban piedras.
Según informes de las autoridades locales, al menos 20 personas resultaron heridas y más de 100 fueron detenidas durante los disturbios.
Los manifestantes, compuestos principalmente por jubilados, exigían la mejora de sus pensiones, las cuales son actualmente insuficientes para cubrir sus necesidades básicas.
Las provincias de Argentina están atravesando una crisis profunda, y los jubilados, que en su mayoría perciben pensiones muy bajas, se han unido a la protesta. Inicialmente, también participaron hinchas de equipos de fútbol.
El gobierno acusa a los manifestantes de comportamientos violentos, señalándolos como “barra brava”, un término utilizado para describir a los grupos más agresivos de las hinchadas del fútbol argentino.
Entre los heridos se encuentra el fotoreportero Pablo Grillo, quien recibió el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno y se encuentra en estado crítico. Además, un agente de policía también fue herido por una bala durante los enfrentamientos.
Los jubilados, que equivalen al 60% de la población pensionada en el país, reciben alrededor de 340 dólares mensuales, lo que resulta insuficiente para poder vivir dignamente en la actualidad.