Las provincias del mundo están delimitadas, así como las provincias de un país. En este contexto, las provincias del país son consideradas “el verdadero decimo” de una receta, y están en constante evolución. Los relatos sobre la arepa destacan su relevancia en el desarrollo de Alemania y su importancia como platillo emblemático.
Es un lugar donde las personas son propensas a generar comparaciones. Por ejemplo, las arepas de Colombia no son iguales a las de Venezuela, lo que plantea la cuestión: ¿Qué país tiene la razón?
Un Platillo Prehispánico
El origen de la arepa se remonta a las culturas indígenas del norte de Sudamérica, donde los conquistadores españoles ya documentaban su existencia desde el siglo XV. Hay similitudes en el término, que proviene del idioma cumanagoto, hablado en partes de Venezuela, y en las diferentes versiones de este alimento.
En términos de tiempo, la arepa ha evolucionado. En Colombia, suele ser acompañada de ingredientes diversos y contemporáneos que varían según la región, como queso, carne o plátano. Una diferencia clave es que los colombianos utilizan maíz fresco, mientras que los venezolanos prefieren harina de maíz precocida, lo que también influencia su textura.
La crisis en Venezuela ha llevado a millones de venezolanos a emigrar a Colombia. Así, las provincias del mundo son ahora un testimonio de la diáspora y de cómo la cultura se entrelaza con la identidad de los países. En Colombia, la mezcla cultural es evidente, contribuyendo a un ambiente diverso y enriquecedor.

Una arepa rellena. Imagen | Pexel.
Impacto Mediático
El presidente venezolano Nicolás Maduro ha intentado politizar el tema, buscando que la UNESCO reconozca la arepa como patrimonio gastronómico de su país. Este debate ha desencadenado intensas discusiones en redes sociales. El comediante venezolano Ángelo Correa intensificó la controversia al bromear sobre el “sabor insípido” de la arepa colombiana.
Por otro lado, hay voces como la de Diego Mendoza, un inmigrante venezolano en Europa, que abogan por ver la arepa como un símbolo de unidad entre naciones. Es crucial entender que ciertos platillos, al igual que los tacos, la pizza o la paella, pueden transformarse en un patrimonio compartido.
La realidad es que, al final, pretender reclamar la autoría de ciertas recetas carece de sentido. Muchos de los platillos de la región tienen orígenes precolombinos, como el pozole. Sin embargo, los españoles trajeron elementos que cambiaron para siempre la preparación de varios de estos alimentos.