Desde 2018, la movilidad ha sido un tema central, reflejando las situaciones en diversos países. La pasión por el movimiento está intrínsecamente ligada a su identidad como cubana. Ha sido testigo de las realidades sociales y económicas en múltiples lugares, desde una perspectiva única que la conecta con una amplia gama de experiencias en diferentes fronteras y naciones.
Recientemente, realizó un viaje a El Paso, Texas, donde se encontró con una realidad completamente distinta. Este encuentro destaca la diversidad y los desafíos que enfrenta el país en cuanto a la migración y la interacción entre culturas.
Las políticas implementadas por la administración de Donald Trump han tenido un impacto significativo en la dinámica migratoria. De acuerdo con expertos, en febrero, los encuentros en la frontera fueron los más bajos desde la década de los 60. Las fuerzas del orden han reportado que, contrariamente a lo que se pensaba, los movimientos migratorios no han cesado, sino que están ocurriendo bajo condiciones aún más peligrosas.
La situación en la frontera de Estados Unidos genera muchas preguntas. Más de 30,000 personas están en una especie de limbo, esperando en condiciones críticas por la falta de respuesta de CBP. Este fenómeno resalta la necesidad urgente de un enfoque más humano y político que logre gestionar adecuadamente la migración.
La falta de vías legales para la migración ha exacerbado la crisis. Anteriormente existían mecanismos que permitían una llegada ordenada, pero actualmente, la suspensión del asilo y otros programas han forzado a las personas a recurrir a vías clandestinas, aumentando la explotación y la violencia en estas situaciones.
Organizaciones locales que brindan asistencia han visto una reducción drástica de financiamiento, lo que ha dejado un vacío crítico en apoyo humanitario, asistencia legal y provisiones básicas. Ello ha enviado un mensaje claro: la ayuda humanitaria está siendo criminalizada, y muchos se encuentran desprotegidos ante este alarmante panorama.
Finalmente, muchas personas están reconsiderando su futuro en México, a la espera de posibles cambios en las políticas migratorias. Algunos optan por métodos más seguros para cruzar, mientras otros continúan enfrentando la incertidumbre que reina en la región, donde la seguridad sigue siendo una preocupación central. Las acciones deben enfocarse en desarrollar un sistema más justo que garantice derechos y dignidad a quienes buscan construir un nuevo comienzo.