En los últimos tiempos, el “nesting” ha adquirido popularidad entre diversos grupos, especialmente entre los millennials. Esta práctica, que consiste en quedarse en casa y disfrutar de actividades sencillas y placenteras, ha logrado resonar de forma especial con estas generaciones.
La académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, Erika Villavicencio Ayub, señala que aunque el concepto no es reciente, su forma de aplicación tiene profundas implicaciones psicológicas. Esta tendencia permite a las personas reconectarse con sus emociones y reducir el agotamiento mental.
En México, el término de “quedarse en casa” a menudo se asocia a la pereza o la falta de productividad. Sin embargo, el nesting trasciende esta visión reduccionista; quienes lo practican optan por actividades como leer un libro, cocinar en tranquilidad o disfrutar de una buena película durante fines de semana y días festivos.

Desde una perspectiva psicológica, el nesting permite a las personas reconectar con su ser interior, optimizando sus emociones y previniendo el agotamiento mental. Es un espacio en el que se puede disfrutar de la vida y es esencial para el equilibrio emocional.
Es fundamental que se reconozca la importancia del descanso. “Estar en casa, en un ambiente familiar, también combate el estrés acumulado en la vida cotidiana. Durante estos momentos, la gente puede dedicarse a actividades como leer, jardinería o cocinar, lo cual fortalece los lazos familiares, especialmente cuando las ocupaciones diarias dificultan el contacto durante la semana”, comentó Villavicencio.

Sin embargo, aunque esta práctica puede resultar favorable, su excesiva implementación podría tener efectos adversos. La prolongada inactividad puede derivar en problemas psicológicos como la depresión. Villavicencio también aclara que es esencial mantener un balance entre el descanso y la conexión con el mundo exterior.
Villavicencio aconseja practicar el nesting con moderación para maximizar sus beneficios sin caer en efectos negativos. Asegura que, si se realiza de manera equilibrada, esta práctica no solo ofrece un descanso mental, sino que también mejora el rendimiento y la productividad. Además, subrayó la importancia de contar con un espacio organizado y armonioso, dado que un entorno tranquilo favorece el bienestar personal.