Se establecieron alianzas en la construcción de la Vialidad Elevada de Peaje en el Nodo Morelos, específicamente con la empresa Superpíabajacaliforniana de Tijuana SAPI, constituida el 4 de diciembre de 2024, en colaboración con Prodemex. Este proyecto abarca una extensión de 12.06 kilómetros.
Las condiciones del proyecto permiten ajustes en el financiamiento tras el cierre financiero, siempre y cuando sea necesario. La decisión del alcalde, David Ramsés Cervantes Guilar, es clave en este proceso.
Según lo publicado el 14 de marzo de 2025, se enfatiza que la integración de nuevos elementos es crucial para el desarrollo y la viabilidad del proyecto. Este plan menciona la importancia de la colaboración internacional y su impacto local.

Es fundamental que se obtengan todos los permisos necesarios para realizar las obras que puedan modificar las instalaciones existentes, garantizando que la concesionaria asuma la responsabilidad sobre los activos y sus respectivos permisos.
Tarifas para Usuarios
La concesionaria tendrá la facultad de gestionar y establecer las tarifas para el uso de la Vialidad Elevada, cumpliendo con las normativas establecidas por la autoridad y el convenio de concesión, que durará un período de 30 años.
Participación de Empresas
El 27 de febrero, el Secretario de Gobierno, Alfredo Álvarez Cárdenas, mencionó que las empresas involucradas en este proyecto son Indisa, Prodemex y Riobóo. La última, de propiedad del civil José María Riobóo, mantiene cercanía con figuras políticas relevantes.
Detalles del Proyecto
Según el extracto del Manifesto de Impacto Ambiental (MIA), la Vialidad Elevada tendrá una longitud de 12 kilómetros, conectando puntos clave como el Boulevard Garita de Otay y la carretera Tijuana-Rosarito. Contará con una estructura de concreto reforzado y elementos prefabricados, diseñada para alojar seis carriles y garantizar un tránsito fluido de vehículos de diferentes tamaños.
La altura de la estructura permitirá el paso de vehículos de gran tamaño, incluyendo camiones, y la pendiente ha sido optimizada para mantener velocidades de hasta 80 km/h. Este diseño asegura que la vialidad no solo se adapte a las condiciones del tráfico, sino que también mejore la movilidad en la región.