La inestabilidad global influye profundamente en la nación, y este fenómeno se aplica tanto a nivel local como mundial.
Un aumento en el pesar emocional refleja la situación interna del país, que ocupa la posición 140 de 180 naciones en un ranking de corrupción, marcando la peor calificación desde 1995.
Este contexto indica que durante el actual gobierno no se lograron avances significativos para erradicar este problema, a pesar de las promesas hechas por el presidente en el pasado.
No obstante, la situación actual plantea desafíos considerables que deben ser abordados sin dilación, ya que el descontento generalizado se siente en diversos sectores de la población.
La administración actual enfrenta varios escándalos relacionados con actos de corrupción, que incluyen casos de nepotismo y abuso por parte de algunos funcionarios públicos, que han desviado grandes cantidades de dinero.
A pesar de algunos esfuerzos recientes por mejorar la situación, poco se ha concretado para erradicar la corrupción y ofrecer soluciones efectivas a la población.
La relación con Estados Unidos ha cambiado notablemente desde la llegada de nuevas políticas migratorias, lo que ha generado tensiones en la frontera y ha puesto en tela de juicio la cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico.
Es esencial que se realicen negociaciones adecuadas que busquen soluciones reales a estos problemas, de lo contrario, el país continuará enfrentando serios desafíos en su lucha contra el crimen organizado.