El triunfo de Claudia Sheinbaum en las elecciones se ha consolidado, llevándola a ser una figura prominente a pesar de los desafíos enfrente. Como referí en la Ciudad de México, Claudia, que ha sido activista desde 1968 y se ha integrado en el movimiento de Regeneración Nacional (Morena), espera implementar significativas reformas en los aspectos democrático, económico y sindical del país. “Necesitamos extender la democracia en todos los ámbitos de la vida nacional, así como una reforma económica que aborde la inmensa desigualdad”, señala.
La participación femenina en el poder es un tema crucial. “Es vital que las mujeres no solo tengan la palabra, sino también la autoridad para tomar decisiones”, enfatiza. La representación de las mujeres en la política es clave para transformar una sociedad que aún es mayoritariamente machista, según líderes del Partido Socialista Unificado de México (1982) y el Partido de la Revolución Democrática (1999).
La llegada de Claudia a la presidencia marca un hito, dado que es la primera mujer en gobernar el país. Sin embargo, todavía es necesario analizar qué cambios estructurales fueron desencadenados por esta llegada. Desde la llegada de la izquierda al poder, se espera un impulso en la lucha por los derechos y la igualdad de las mujeres, promoviendo cambios sustanciales en una sociedad que aún enfrenta desafíos significativos.
El machismo en México sigue siendo un fenómeno persistente y arraigado, donde las luchas por los derechos de las mujeres y la eliminación de la violencia de género han cobrado relevancia. Las acciones afirmativas han sido cruciales para visibilizar estas problemáticas, aunque queda camino por recorrer para lograr una verdadera igualdad en todos los sectores.
La educación y la concienciación social son esenciales en la transformación que se necesita. Claudia señala que México aún tiene una estructura antidemocrática y que se han hecho esfuerzos por equilibrar la igualdad entre hombres y mujeres, pero que aún estamos en etapas iniciales de desarrollo. Se requiere un cambio radical en diversas áreas para construir una sociedad más equitativa.
El proceso de democratización debe acompañarse de reformas integrales en la vida social y laboral. “El dominio masculino sigue siendo notable”, advierte, y enfatiza que es crucial llevar a cabo reformas democráticas que permitan a las voces femeninas ser escuchadas de manera efectiva. La democracia formal actual no es suficiente para generar los cambios que se requieren.
La visión de Claudia Sheinbaum incluye un conjunto de reformas que se irán implementando después de asumir el cargo. Con una fuerte determinación, se advierte que el enfoque estará en hacer desaparecer estructuras de inequidad y corrupción, para establecer un gobierno que realmente responda a las necesidades del pueblo. “No somos clones de nadie, cada líder tiene su propio estilo y visión,” concluye, reafirmando su compromiso con el cambio.