Mark Carney, quien se desempeñaba como Director del Banco Central de Canadá, fue nombrado el viernes como el nuevo Primer Ministro del país, sucediendo a Justin Trudeau después de su dimisión, tras haber gobernado durante una década (2015-2025).
El Partido Liberal eligió a Carney con la esperanza de que su vasta experiencia en el ámbito bancario ayude a calmar a la población, que actualmente enfrenta diversas tensiones.
Carney asume el cargo en un momento complicado, en medio de un clima político incierto, especialmente por las presiones ejercidas por el presidente estadounidense Donald Trump, quien ha manifestado posturas contundentes sobre la relación entre ambos países.
El nuevo Primer Ministro fue claro al afirmar que “Canadá nunca será parte de Estados Unidos de ninguna forma”, desestimando cualquier malentendido sobre su posición. “Eso no va a suceder”, remarcó con firmeza.
A pesar de no haber sido elegido para alguna posición en las Naciones Unidas, las habilidades políticas de Carney serán puestas a prueba, especialmente con unas elecciones programadas para octubre.
Carney, quien anteriormente trabajó en Goldman Sachs y en el Banco de Inglaterra, tiene la tarea de manejar las complejidades del actual entorno político canadiense, que incluye la necesidad de abordar el tráfico de fentanilo en la frontera con Estados Unidos y cumplir con las exigencias de un país que ha visto aumentar el escrutinio sobre estos temas.