Transformaciones en la Política de Seguridad en México
La estrategia de seguridad conocida como “abrazos, no balazos” se ha visto modificada en los primeros cinco meses de Claudia Sheinbaum como presidenta. Las diferencias en el abordaje se hacen evidentes, ya que se busca mayor efectividad en la lucha contra el crimen. Por su parte, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, ha manifestado con satisfacción los miles de detenciones de líderes criminales y el decomiso de diversas sustancias ilícitas en todo el país.
Impacto de las Estrategias Fronterizas
Adicionalmente, se ha implementado la Operación Frontera, una estrategia que responde a las exigencias del presidente Donald Trump, lo que ha permitido mostrar una mayor firmeza en el combate al crimen. La administración mexicana está cumpliendo con estas demandas, aunque con un enfoque que no desvincula el combate al crimen de los intereses políticos. Expertos en seguridad como Bernardo León resaltan que, aunque hay evidentes avances, el camino aún es complejo.
Desafíos en el Enfrentamiento al Delito
A pesar de los esfuerzos y cambios de estrategia, León considera que el conflicto con el crimen no ha sido completamente superado, ya que las dinámicas de la delincuencia son complejas y pueden mostrar resistencia ante ciertas decisiones. Un aspecto a considerar es el papel de la Fiscalía General, pues el avance en la lucha contra el crimen organizado podría depender significativamente de la actuación del fiscal general, Alejandro Gertz Manero.
Comparaciones entre Administraciones
En el sexenio anterior, el presidente López Obrador enfrentaba críticas por el incremento de homicidios. Durante ese periodo, los crímenes en estados gobernados por otros partidos se utilizaban como ejemplos de fracaso. La situación ha cambiado, y el discurso actual se centra más en el alcance de los operativos y menos en la culpa política. El hecho de que el PAN todavía gobierne en ciertos estados ha alterado las narrativas en torno a la seguridad.
Críticas a la Estructura de Seguridad
Bernardo León recuerda cómo al inicio del mandato de López Obrador se intentó crear un modelo de policía nacional, pero se priorizó la formación de la Guardia Nacional. Las promesas de disminuir la criminalidad se han topado con la necesidad de adaptar las estrategias a la realidad del país. Ahora, con la nueva administración, se asegura que las cosas están cambiando para mejor.
Diferencias en la Visión de Seguridad
Elena Azaola, otra experta en seguridad, menciona que la visión de Sheinbaum y García Harfuch dista de la que tenía López Obrador, aunque esto no siempre es reconocido. La frase emblemática de “abrazos, no balazos” se refería en principio a un enfoque hacia los jóvenes, pero hoy lo que se busca es consolidar resultados efectivos en la lucha contra la delincuencia. La reducción en un 15% de homicidios dolosos es un indicativo de que se están tomando medidas serias en este ámbito.
Perspectivas Futuras
A pesar de los avances, Azaola considera que la fiscalía sigue siendo un tema del que debe discutirse, ya que muchos de sus procedimientos son insuficientes. Tanto ella como León coinciden en que necesitarán mayores cambios estructurales para tener éxito. La nueva dirección en la política de seguridad parece, por ahora, ser un intento de dar un giro hacia un enfoque más agresivo y realista en la lucha contra el crimen organizado.