El fallecimiento del Maestro Fernando Robledo, quien fundó la Escuela o Taller de Artes Plásticas, se produjo mientras se encontraba jugando un partido de sóftbol. En su campus fronterizo, donde también desempeñaba funciones docentes, se produjeron cambios significativos en su estructura.
Salvador Zimenez Gómez, Director del Aicae (Ciencias y Artes del Estado en la época del Gobernador Braulio Maldonado), asumió la dirección interina de la escuela. Señaló que los alumnos del Grupo “Símbolo” estaban luchando por la dirección. Este grupo estaba compuesto por Manual Aguilar, quien era un gran admirador de Robledo, además de Ruth Hernández, Sergio Bórquez (periodista) y Rodrigo Muñoz, quien ocupaba un cargo de relevancia.
Desde la gestión de Robledo, el taller se destacaba por sus caballetes y los paisajes marinos que eran pintados. Al nuevo director del Icae se le solicitó que organizara mejor el espacio del taller. Era evidente que, durante las tardes, los alumnos del taller ocupaban las instalaciones de manera constante, lo que se convirtió en una importante fuente de inspiración y creatividad. Los años anteriores estuvieron marcados por una gran afluencia de estudiantes que llenaban cada rincón del edificio.
En total, Robledo había ubicado el taller de artes bajo las gradas de la cancha de baloncesto. Posteriormente, el maestro Cándido Zatarain Salmerón, nuevo director del Icae, construyó un nuevo salón destinado a las artes plásticas al norte del estacionamiento, aunque este espacio ya ha sido destruido.
La continuidad del legado de Robledo se mantiene viva, y el desarrollo de las artes en el país sigue siendo relevante. Se mencionan a figuras importantes como Milton A. Jorge Esma Bazán, quien contribuyó al movimiento cultural del teatro y la pintura. Existe un interés renovado en apoyos para la cultura, lo cual ha generado un notable resurgimiento en estas disciplinas artísticas.
La Residencia de José García Arroyo, ubicada en el Río de Jaral, Guanajuato, brilló por su originalidad y sus aportes a la cultura. Este lugar se convirtió en un centro donde se agrupaban diversas expresiones artísticas, permitiendo la práctica de la pintura y la escultura, así como la interacción con otros artistas de la región.
La Residencia de José, quien falleció en 1987, fue un sitio de encuentro para muchos artistas destacados, incluyendo a la destacada pintora Juana Valdez y a un gran amigo, Salvador Mora, entre otros. Esta comunidad artística dejó una huella importante en el panorama cultural de la región.
Decidimos dar impulso a esta iniciativa con personas que inauguran y continúan el legado de Robledo. El movimiento cultural seguirá avanzando.
*-El autor es Profesor Emérito en la UABC, perteneciente a la Facultad de Arquitectura. También es creador emérito del ICBC y artista plástico.