El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha anunciado la cancelación de dos programas fundamentales que financiaban la adquisición de alimentos para escuelas y bancos de alimentos. Esta decisión afecta directamente la vulnerabilidad alimentaria en diversas comunidades a nivel federal.
Uno de los programas afectados, que contaba con un presupuesto estimado de aproximadamente 660 millones de dólares para 2025, estaba destinado a la compra de alimentos para centros de cuidado infantil, en colaboración con la Asociación de Nutrición Escolar (SNA). Este cambio impacta a cientos de escuelas que ya habían establecido acuerdos desde hace años para participar en esta iniciativa.
Asimismo, se ha suspendido el Programa de Asistencia para la Compra de Alimentos Locales (LFPA), el cual proporcionaba apoyo financiero que ascendía a 500 millones de dólares adicionales para la adquisición de productos locales. La eliminación de estos fondos podría crear una escasez de alimentos en varias comunidades que dependen de este tipo de proveedores.

Esta decisión ha generado críticas desde diversos sectores. Líderes escolares han expresado su preocupación, señalando el impacto negativo que la eliminación de estos programas tendrá en la calidad de la alimentación escolar y en la salud de los niños. Shannon Gleeve, presidenta de la SNA, enfatizó que “las comidas escolares son de vital importancia para la nutrición de los estudiantes”.
Por su parte, varios gobernadores demócratas también han manifestado su oposición a la cancelación de los fondos. La gobernadora de Massachusetts, Maura Healy, criticó la medida, destacando que su estado perderá 12 millones de dólares destinados a los distritos escolares. “Es preocupante que la administración priorice a los agricultores locales por encima de las necesidades de los estudiantes”, afirmó Healy en un comunicado.
El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, calificó la decisión como un “golpe a los agricultores y a las comunidades más vulnerables”. De acuerdo con Pritzker, la falta de financiación no solo afectará a los productores locales, sino que también perjudicará el acceso a alimentos saludables para los niños en su estado.

La cancelación de estos programas se da en un contexto donde el aumento en los costos de la canasta básica ha llevado a un incremento en la demanda de asistencia alimentaria. Según Report The Hill, esta situación ha disparado el número de personas que se ven obligadas a recurrir a bancos de alimentos. Por otro lado, los distritos escolares enfrentan crecientes dificultades para cubrir los gastos de comidas saludables, lo que agrava el problema alimentario.