▲Llegada del Buque Escuela Cuauhtémoc en el Puerto de Acapulco.Foto: Jorge Pablo García
Gustavo Castillo García
Enviado
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de marzo de 2025, p. 11
Acapulco, Gro. El buque escuela Cuauhtémoc, conocido como el Caballero de los Mares, arribó al puerto de Acapulco, destacando en áreas de navegación, astronomía, electrónica, metrología y liderazgo.
Esta llegada se dio bajo el mando del Almirante Reimundo Pedro Morales Ángeles, un egresado de la Heroica Escuela Naval, generación 1987.
Otros destacados alumnos que también tomaron cursos a bordo incluyen a los Almirantes José Barradas Cobos, Subsecretario; Francisco Guillermo Escamilla Cazares, Mayor de Oficiales; y José Manuel Salinas Pérez, Inspector.
El Capitán de Navío y actual comandante del buque, Víctor Hugo Morina Pérez, quien lleva 45 años en la Armada, afirmó que el gran desafío principal es mantener la tradición del aprendizaje en alta mar.
El 6 de abril, al menos 90 cadetes embarcarán en el buque en Acapulco, haciendo un recorrido por los puertos de Nueva York y La Habana, entre otros, y explorarán naciones del norte de Europa.
Un día a bordo del Cuauhtémoc
A las ocho se realiza la primera lista, pero el movimiento en la cocina ha comenzado de manera frenética. Se preparan los ingredientes para el menú del día, que incluye chiles y especias para salsas, tortillas, y agua de frutas para atender a unas 300 personas. Todos los utensilios se lavan inmediatamente después de su uso.
El personal está encargado de izar las 23 velas que representan las viejas tradiciones marítimas, navegando sólo impulsados por el viento.
Un tripulante joven, de aproximadamente 1.50 metros de estatura, asume sus responsabilidades en el mantenimiento y operación de las distintas máquinas a bordo. A pesar de su corta edad, ha trabajado anteriormente en una patrulla que interceptaba embarcaciones rápidas.
Las comunicaciones no siempre están disponibles a menos de 200 millas náuticas de la costa. Sin embargo, en caso de emergencias o situaciones críticas, hay acceso a internet para gestionar comunicaciones urgentes.
Las cuatro de la tarde es un momento crucial, ya que al menos un tercio de la tripulación puede descansar mientras las labores continúan. La jornada concluye a las ocho de la noche, y al día siguiente comienza nuevamente con el pase de lista a primera hora.