Fuente de la imagen, Reuters
Mahmoud Khalil, un estudiante palestino de la Universidad de Columbia en Nueva York, ha atrajo atención tras el anuncio del presidente Donald Trump de que se priorizarán las deportaciones de manifestantes. Khalil se ha convertido en un símbolo en esta lucha ya que promete dar más visibilidad a la situación de los estudiantes palestinos movilizados en Estados Unidos.
Khalil, quien es un refugiado palestino y creció en Siria, fue arrestado por agentes del servicio de inmigración y control de aduanas (ICE) la semana pasada. Esto ocurrió cuando él y su esposa regresaban a su domicilio universitario después de un evento, donde se les informó que su visa de estudiante había sido cancelada.
La deportación ha sido detenida temporalmente gracias a un fallo de un juez federal que revisa el caso en una audiencia reciente. Khalil había estado buscando la regularización de su estatus migratorio en el país y, hasta ahora, se le había otorgado una tarjeta de residencia de ocho meses que también fue revocada.
Calificado como “preso político” en Estados Unidos
El año pasado, con las protestas contra la guerra en apoyo a Palestina resonando por todo el país, la situación de Khalil ha encendido preocupaciones sobre el tratamiento de los activistas en Estados Unidos. La Unión de Libertades Civiles de Nueva York, a través de su directora Donna Lieberman, ha descrito su deportación como una acción típica del gobierno y un ataque a la libertad de expresión.
Fuente de la imagen, EPA
Cerca de mil personas se reunieron en Manhattan para manifestarse a favor de la libertad de Khalil y en contra de las acciones del gobierno actual. Al menos un arresto se reportó en la protesta. Los organizadores enfatizan que Khalil, quien ha sido un estudiante en Columbia, se ha convertido en un símbolo de la represión a los activistas.
La situación de Khalil también ha sido criticada por figuras políticas, incluyendo a Letitia James, fiscal general de Nueva York, quien expresó su profunda preocupación. Khalil no ha sido acusado de ningún delito y fue trasladado a un centro de detención de inmigración antes de ser deportado a Nueva Jersey y posteriormente a Louisiana.
Sin cargos formales
La abogada de Khalil, Amy Grier, describió la detención de su cliente como un “error imprevisto”, señalando que esto representa un ataque a la libertad de conciencia y la expresión política. “Él no ha cometido ninguna falta”, afirmó, subrayando que la acción del gobierno pone en peligro los derechos humanos.
La Universidad de Columbia ha declarado que las autoridades de inmigración no están autorizadas a ingresar al campus sin una orden judicial. Sin embargo, los estudiantes continúan preocupados por la posibilidad de que los oficiales del ICE intervengan en futuros eventos. Según Grier, la detención de Khalil es una clara persecución a quienes abogan por la justicia social.
Fuente de la imagen, Getty Images
El contexto actual ha generado un clima de tensión en la comunidad universitaria, con estudiantes y profesores que se organizan en defensa de Khalil mientras que el gobierno de Trump señala a la universidad por permitir estas manifestaciones. La universidad enfrenta recortes de fondos federales que impactarían negativamente en su funcionamiento.
Por su parte, Khalil ha manifestado que está decidido a luchar por sus derechos y que su experiencia no debe ser un ejemplo para silenciar a otros. La situación evidencia la tensión en la política migratoria estadounidense y las repercusiones que estas medidas tienen sobre los derechos civiles.
