El pescador Sunshine Antonio Rodríguez Peña fue asesinado este sábado en Mexicali, Baja California, mientras vendía pescado. Rodríguez había realizado una transmisión en vivo en sus redes sociales poco antes de ser atacado por cuatro hombres que llegaron al lugar donde se encontraba. Este caso ha sido considerado “atípico”, ya que Rodríguez había estado en prisión durante 2020, acusado de ser parte de una red de tráfico de totoaba, un pez cuya pesca es ilegal y cuyo valor en el mercado chino puede alcanzar hasta 60,000 dólares.
María Elena Andrade, fiscal de Baja California, afirmó que se está investigando el homicidio y aclaró que no hay indicios de que el asesinato esté relacionado con la actividad pesquera. Sin embargo, unas horas más tarde, en una localidad a 200 kilómetros al sur de Mexicali, fueron asesinados dos hombres presuntamente vinculados al cartel del mar, quienes eran amigos cercanos de Sunshine. La fiscal no descartó la posibilidad de que estos homicidios estén relacionados. “No se puede descartar que hubiera algún vínculo entre el fallecido y los otros dos hombres”, comentó.
Rodríguez solía transportar la mercancía de pescadores de San Felipe para venderla en Mexicali, lo que le generaba conflictos con ciertos grupos. Era una figura controvertida en la comunidad pesquera, frecuentemente defendía sus derechos y se oponía a las regulaciones que amenazan la pesca en la región.
En 2017, Sunshine Ramírez lideró una protesta contra el grupo ambientalista Sea Shepherd, convocando a cientos de pescadores para manifestar su descontento por la presencia de embarcaciones que trabajaban con el gobierno para detener la pesca de especies en peligro de extinción como la totoaba y la vaquita marina. “Podemos pescar varias especies, queremos que el mundo se entere de que estamos hartos”, expresaba Ramírez a los medios.
Asimismo, ha sido reportado que Ramírez inició su camino en la lucha por justicia tras ser detenido en una operación de las autoridades en el pasado. Durante estas manifestaciones, se emitían amenazas contra ambientalistas y se anunciaban entregas de víveres a familias pesqueras de la zona.
En 2020, la Fiscalía General de la República acusó a Ramírez de ser parte de una red de tráfico de totoaba, pero un juez federal en Hermosillo, Sonora, desestimó los cargos. En marzo de 2023, Rodríguez denunció una persecución política en su contra que había perdurado durante ocho años.
El asesinato de Ramírez se suma al de Minerva Pérez Castro, presidenta de la Cámara de la Industria Pesquera y Acuícola (CANAMPESCA), quien fue asesinada en julio de 2024 en Ensenada, Baja California, lo que resalta la violencia que enfrenta la comunidad pesquera en la región.