Cada año, en la zona de Tijuana, se lleva a cabo un acto conmemorativo el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, donde las madres de personas desaparecidas, como Claudia Rocío Aguila Cruz, buscan justicia. Claudia, quien desapareció el 7 de mayo de 2020, dejó a su madre, Rocío Guadalupe Cruz Cruz Ramos, y a su hija, Amairani Fernanda, en la lucha por respuestas, enfrentándose a la falta de apoyo de las autoridades.
Rocío Guadalupe expresó su frustración por la falta de acción de las autoridades, indicando que cuentan con información sobre el paradero de su hija, pero son ellas quienes deben hacer las indagaciones. “Me pidieron que fuera yo a buscarlo, porque probablemente por ser ellos fiscales les tenga miedo y se pueda escapar”, comentó.
En un acto de desesperación, Rocío ha solicitado recibir toda la información sobre el caso de su hija de la fiscalía, y destacó que todos en la comunidad conocen la situación. “Toda la carpeta de investigación la tienen en la colonia Castillo, se sabe todo”, afirmó.
Asimismo, la Fiscal General del Estado, María Elena Andrade Ramírez, lamentó que la burocracia y falta de respuesta continúen afectando a las familias de desaparecidos. Por su parte, la Gobernadora Marina del Pilar Ávila mencionó que había comenzado la búsqueda, pero la comunicación ha sido limitada y poco efectiva.
Guadalupe, madre de Claudia, señaló que el sospechoso de la desaparición de su hija es un hombre que la acosaba. “No quiero culpables, solo quiero recuperar a mi hija”, insistió. Su nieta, Amairani, expresó su anhelo de poder abrazar a su madre nuevamente, deseando que regrese.
Otra mujer, Castañeda Domínguez, de 22 años, desapareció el 3 de marzo en Tijuana. Se informó que realizó una llamada a su exnovio pidiendo ayuda, ya que se encontraba en peligro, pero desde entonces no se ha sabido de su paradero. Las autoridades no han realizado las diligencias necesarias para avanzar en su caso.
Finalmente, Serena Guadalupe García Castillo desapareció el 2 de marzo de 2020 junto a su pareja, tras ser sacados a la fuerza de su hogar. Su madre, lamento que “la fiscalía no tiene nada”, y que la desesperanza y el dolor la acompañan en su búsqueda, impactando su vida diaria.