La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que se podría eliminar la imposición de aranceles en ciertos productos provenientes de los Estados Unidos desde el 2 de abril, sustentando su declaración en un principio de “reciprocidad”.
“Desde el 2 de abril, ya no habrá más aranceles porque estamos ante un tema de reciprocidad”, puntualizó Sheinbaum, enfatizando que México no grava con impuestos los bienes que llegan de Estados Unidos debido a los acuerdos comerciales existentes.
La funcionaria destacó que, gracias al tratado comercial (T-MEC), los productos estadounidenses no enfrentan impuestos al entrar al país, y, a su vez, esto implicaría que Estados Unidos no aplicaría aranceles sobre los productos mexicanos.
El pasado jueves, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión de un arancel del 25% que ya se había impuesto a México y Canadá. Esta suspensión se implementará a partir del 2 de abril mientras se revisa el panorama de aranceles para otros países.
A pesar de los desafíos, el presidente Trump mostró optimismo por la colaboración binacional en temas como la migración y la seguridad entre Estados Unidos y México.
Trump sugirió que, conforme a los acuerdos del T-MEC, los aranceles sobre el acero y el aluminio provenientes de México serán eliminados. Ebrard, por su parte, mencionó que se llevarán a cabo reuniones con representantes del comercio estadounidense para abordar las cuestiones que se han presentado.
Ebrard precisó que, en el marco de la suspensión de un mes, entre el 85% y el 90% del comercio entre México y Estados Unidos estaría libre de aranceles. Sin embargo, el 10% o 12% restante no cumple con las regulaciones del T-MEC y, por lo tanto, podría verse sujeto a estos impuestos.
Para que las exportaciones mexicanas se alineen con el T-MEC, es esencial cumplir con las reglas de origen, las cuales requieren que una proporción considerable de los productos sea fabricada en América del Norte.