El fiscal general del Estado (FGE) es el encargado de investigar el caso de Sunshine Antonio, un hombre muy conocido en California y destacado en el ámbito empresarial.
Sunshine Antonio fue asesinado el sábado 8 de marzo, en circunstancias que han generado gran conmoción en la comunidad local.
En una conferencia de prensa, la fiscal María Elena Andrade detalló que el ataque ocurrió tras el mediodía, en una zona donde hay varios negocios de mariscos y pescados.
“Se recibió un reporte sobre la agresión a un hombre, posteriormente identificado como Sunshine Rodríguez Peña, de 47 años, conocido en el puerto de San Felipe”, informó Andrade.

Los detalles preliminares indican que el cuerpo de Sunshine fue hallado en el pavimento, al lado de su vehículo, junto con 40 casquillos de un arma de fuego de 9 milímetros.
Las primeras investigaciones sugieren que cuatro individuos fueron responsables del ataque. Tres de ellos portaban armas de fuego y descendieron de un vehículo para atacar a Sunshine, mientras que el cuarto permaneció dentro del coche como conductor. Tras el ataque, los agresores se dieron a la fuga en dirección desconocida.

De acuerdo con la información disponible, las autoridades aún están indagando si Sunshine había recibido amenazas previas. La fiscal Andrade expresó que no tenían conocimiento de dicha situación y que no se habían encontrado registros de violencia en su contra.
Antes del ataque, alrededor de las 11:30 horas, Sunshine había realizado una transmisión en vivo en Facebook para informar sobre sus productos. Según la fiscal, el asesinato de Sunshine no parece estar relacionado con su actividad pesquera.
“Tenemos evidencia de que el ataque no esté vinculado a actividades de pesca”, destacó la fiscal. Este caso ha llamado la atención, y la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar, ha enfatizado su importancia. A pesar de ser un líder pesquero en San Felipe, Sunshine Antonio también había enfrentado acusaciones de actos ilícitos. En noviembre de 2020 fue detenido por la FGR, pero logró salir en libertad tras no poderse comprobar las acusaciones en su contra.