Un caso que conmocionó a la comunidad de Las Cruces, en Nuevo México, llegó a su fin con la condena de Joel Arciniega Sáenz, un hombre de 28 años, por la muerte violenta de James García, de 51 años. El incidente, que ocurrió el 20 de junio de 2021, estuvo marcado por una brutalidad extrema, ya que la víctima fue apuñalada 84 veces, decapitada y su cabeza fue pateada hacia varios vehículos en un parque local. El jurado determinó la culpabilidad el miércoles después de un proceso legal extenso, en el que se cuestionó la salud mental del acusado.
De acuerdo con el fiscal Fernando Macias, el ataque comenzó con una navaja tipo switchblade, con la que Arciniega apuñaló repetidamente a García. Tras el asesinato, el agresor no solo decapitó a la víctima, sino que también le cortó un dedo. Según informó el medio People, el acusado admitió haber pateado la cabeza de García hacia al menos 14 coches diferentes en el Apodaca Park, conocido por ser un lugar de reunión para los residentes de la zona.
Las autoridades aprehendieron a Joel en las inmediaciones del parque, justo después de haber cometido el crimen, con sangre del incidente en su ropa y cuerpo. Durante su arresto, el hombre no opuso resistencia, y según los informes, su comportamiento fue descrito como inusual.
El origen del ataque, según documentos judiciales, estaba vinculado a conflictos entre Arciniega, su esposa y la víctima. Cuatro días antes del homicidio, ambos hombres habían tenido altercados, y Arciniega sospechaba que García estaba involucrado en problemas personales. Según el testimonio del propio Sáenz, él y su esposa discutieron para averiguar si los problemas afectaban su relación, y ambos creían que García estaba detrás de esos inconvenientes.
El día del crimen, García intentó despojar a Arciniega de su navaja y el ataque se desató. Después de apuñalar y decapitar a su víctima, Joel arrastró el cuerpo hasta el centro de una calle cercana al parque, posicionándolo a aproximadamente 9 metros de su cabeza. Este hallazgo alarmó a la comunidad, que empezaba a sentirse insegura en un área que previamente era considerada segura.
Las autoridades encontraron manchas de sangre y signos de violencia extrema en diversas partes del Apodaca Park. Esto permitió reconstruir la secuencia de los hechos y aclarar los detalles del crimen. La fiscalía subrayó que el caso estuvo plagado de desafíos relacionados con la evaluación de la competencia mental de Arciniega. Sin embargo, después de varios exámenes psiquiátricos, el tribunal determinó que el acusado era apto para ser juzgado, permitiendo así que el proceso avanzara.
Luego de conocerse la sentencia, el fiscal adjunto Spencer Willson calificó el día como “un gran día para la justicia”. Por otro lado, la madre de James García describió el crimen como “horrendo”, enfatizando que, a pesar de las complicaciones legales, la búsqueda de justicia no se detuvo. La condena de Arciniega Sáenz trae un alivio a la comunidad, que busca prevenir futuros actos de violencia en el área.